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jueves, abril 25, 2024

Setenta años sin Evita: su figura pasa de lo político a lo cultural y de allí, a la eternidad

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Amada y odiada en su época, la figura de Evita vive hoy un paraíso de memorias donde se exalta su vida y su obra, se compadece de los tristes amasijos que sufriera su cuerpo embalsamado y la música y el cine se rinden ante una figura política y pública única de América.

Como los rockeros, vivió fuerte y murió joven. Tuvo la eternidad ganada desde ese mismo instante pero –como dijera Jorge Luis Borges, primero padeció el purgatorio de los años de persecución del peronismo. En estos días, valen recordar las películas que están disponibles en forma gratuita sobre la vida de Evita. Hace 70 años, en un frío invierno porteño, partía Eva Perón. Con apenas 33 años y un cáncer que la llevó en el mejor momento de su vida.

Amada y odiada, la figura de Evita no solo se estampa en el emblemático edificio del ministerio de Obras Públicas sobre la avenida Nueve de Julio sino que atraviesa memorias reconfiguradas, señaló Marina Sepúlveda en Télam. Una mítica Evita, llamada por muchos la “abanderada de los pobres, los humildes”, impulsora del voto femenino entre otras cuestiones que dejaron fuertes huellas en el tejido social, se acompasan en su rol de actriz radiofónica y cinematográfica, y en esa joven de origen humilde que migra a la gran ciudad en la década de 1930. Sus facetas acompañan la iconografía artística, traspasan fronteras y se instalan desde distintos lenguajes y estéticas para formar parte de ese territorio mítico inscripto en el anecdotario y en los relatos de ídolos populares como Maradona, Gilda, Gardel o el “Che” Guevara.

Evita empezó en la radio y el cine y allí se formó para “actuar” en política.

Pero, para los que tengan ganas de ver algunas películas, series y documentales sobre la gran figura femenina del siglo entre las mujeres (junto a la mexicana Frida Kahlo y la norteamericana Eleanore Roosevelt), aquí va una serie de sugerencias.

Se trata de cine liberado y disponible en el canal de Youtube.

Evita quien quiera oir que oiga

Fue la primera película que encaró el cine argentino en el retorno de la democracia. Famosa por la melodía de Litto Nebbia que popularizó la frase “Si la historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra historia”. Y la aparición de una jovencísima Flavia Palmiero que hace de Evita cuando viene de Junín a Buenos Aires. Se alternan imágenes de documentales con tramos de actuación.

Perón Sinfonía del Sentimiento de Leonardo Favio

Se trata de una obra cumbre de Leonardo Favio, el cantante que reunía fondos con sus discos para hacer cine. Peronista a tope, estuvo en el retorno de Perón en 1973 y siempre se lo asoció al movimiento de Juan Domingo Perón. Se trata de un documental de varias horas.

La sombra de Evita, volveré (mirada española)

Al poco tiempo de asumir Perón (1946) recibe la invitación para visitar España gobernada por Francisco Franco. Él decidió no ir pero envió a Evita.

Eva Perón en España: ese viaje la transformó y cuando volvió ya nunca fue la misma.

Fue en 1947 y España sufría la discriminación pos-guerra por haber apoyado el eje (Alemania-Italia-Japón). Perón decidió asistir con trigo argentino al país ibérico y apoyarla en los foros mundiales donde se había transformado en paria. Evita fue recibida como una reina y fascinó a los españoles. Intercedió por republicanos detenidos y encarcelados y pidió por las mujeres españolas. Al final, los Franco se sentían avasallados por esta joven mujer cuyas dotes actorales fascinaban en las radios de la península ibérica.

Las enfermeras de Evita

Se trata de un documental con testimonio de las que fueron protagonistas de un programa especial en la época de Evita. Muy poco conocido.


Juan y Eva

Otra película sobre la vida de ambos. Es de la directora Paula de Luque y Osmar Núñez hace de Perón mientras la bella Julieta Díaz encarna a Evita.

Algunos la calificaron de solemne y esquemática. Hay que verla y sacar las propias conclusiones.

Eva Perón es de 1996 y vino como contrapartida de la Evita de Hollywood.

Ester Goris hace de Evita y Víctor Laplace de Perón. La música de José Luis Castiñeira de Dios es de lo mejor que dio el arte argentino.

Tiene una de las escenas más memorables. Aquí va un supuesto diálogo entre Evita y las damas de la Sociedad de Beneficencia.

Una de las versiones es la siguiente:

Evita bajó las escaleras con una elegancia que las dejó pasmadas. Vestía un tailleur en cuadrillé blanco y negro con adornos de terciopelo. Aunque aún se manejaba con un vocabulario inseguro, su lengua ya era rápida, sarcástica, temible.

—¿Qué las trae, señoras? —dijo, sentándose en el taburete de un piano.

Una de las damas, ataviada de negro, con un sombrero del que se alzaban unas alas de pájaro, contestó, desdeñosa:

—El cansancio. Llevamos más de tres horas esperando.

Evita sonrió con candor:

—¿Sólo tres horas? Tienen suerte. Hay dos embajadores, arriba, que ya llevan cinco. No perdamos tiempo. Si están cansadas, querrán irse rápido.

—Nos trae una obligación sagrada —dijo otra de las damas, que se envolvía el cuello con una estola de zorro—. Por respeto a una tradición que tiene casi un siglo, le ofrecemos que presida la Sociedad de Beneficencia…

—… aunque es usted demasiado joven —insinuó la del sombrero de pájaro—. Y tal vez, por haber sido artista, no esté familiarizada con nuestras obras. Somos ochenta y siete damas.

Evita se puso de pie.

—Se darán cuenta que no puedo aceptar —dijo, cortante—. Eso no es para mí. No sé jugar al bridge, no me gusta el té con masitas. Las haría quedar mal. Busquen a una que sea como ustedes.

La dama de la estola le tendió, con alivio, una mano enguantada.

—Si es así, nos vamos.

—Se olvidan de la tradición —dijo Evita, ignorando el saludo—. ¿Cómo se van a quedar sin presidenta honoraria?

—¿Quiere sugerirnos algo? —preguntó, sobradora, la del zorro.

—Nombren a mi madre. Tiene ya cincuenta años. Ella no es una hache ni una pe, como dice esta carta —contestó, desplegando la copia sobre la mesa—, pero es mejor hablada que ustedes.

Y dando media vuelta, subió con donaire las escaleras.

(Fuente: La Primavera de los Pueblos)

Pero la imperdible escena es la recreada por Ester Goris en la película Eva Perón de 1994. Es ésta:

Quizá la más famosa, a manera global, fue la Evita de Alan Parker (el mismo que realizó The Wall de Pink Floyd) con la actriz y cantante Madonna, filmada en los noventa y donde se usara la mismísima Casa Rosada para la escena más emblemática. Quizá el tema musical No llores por mi, Argentina es uno de los más hermosos creados Lloyd y Rice los autores ingleses que vinieron en los años 60 a documentarse y escribir la obra de teatro (antes había hecho su fama con Jesucristo Superstar).

Hay que recordar que se trata de una obra de teatro, un musical pasado luego al cine.

Lo más nuevo (llega el 26 de julio de 2022) es Santa Evita y aquí va su tráiler.

Está basada en el libro homónimo del tucumano Tomás Eloy Martínez, en definitiva trata sobre qué pasó con el cuerpo momificado hasta su recuperación muchos años después.

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