El líder mapuche fue detenido por la Policía de Río Negro tras el llamado de una mujer que alertó la situación. Estaba alcoholizado y tirado sobre un montón de ropa. El que fuera vicepresidente de la nación, Carlos Ruckauf advirtió sobre los riesgos que hay con el líder de RAM
El hombre que aterrorizó a argentinos y chilenos, cosechó el odio que supo sembrar. Por más que se disfrazó de mujer, sus víctimas lo reconocieron y dieron la información que permitió su detención. Este siniestro personaje creó la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) y propagó la absurda idea de Wallmapu, una nación mapuche que se ubicaría en unas de las zonas más ricas, en recursos naturales, de nuestro país.
Lo propio hizo en Chile, cuya Justicia lo condenó por uno de sus actos de brutalidad. El que pudo ser probado. Porque aquí y allá pocos se atreven a testificar por miedo a las consecuencias.
Incendios, robos, golpes, chantajes, amenazas, la RAM actúa con las características de una organización mafiosa, pero con la excusa de la reivindicación de los pueblos originarios.
El artículo 75 de nuestra Constitución Nacional obliga al Congreso de la Nación a legislar para ”reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos” y “la posesión y propiedad de las tierras que tradicionalmente ocupan y regular la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano”.
Eso no habilita al ingreso a tierras, que no ocupan “tradicionalmente”, ni a amenazar a sus legítimos propietarios. Por el contrario el art.53 de la Constitución Nacional establece: “La propiedad es inviolable y ningún habitante de la Nación puede ser privado de ella, sino en virtud de sentencia fundada en Ley”.
Huala y sus cómplices de la RAM durante años, por la violencia, han violado el derecho de propiedad de quienes ocupan las tierras que pretenden robar. Tratan de usurparlas para decir luego que las “ocupan tradicionalmente”.
Para colmo Jones Huala niega la existencia del Estado Nacional, de nuestra Bandera e Himno, de la primacía de nuestros Jueces y de la propia Constitución Nacional en la que funda su reclamo!!! La Nación Wallmapu que sostienen, como la Nación Aymara, que propone Evo Morales, se parecen demasiado a las Repúblicas de Donetsk y Lugansk, inventadas por Putin y que le iban a servir de excusa para, hace un año, invadir Ucrania.
Cuando se reclaman tierras que contienen la mayor reserva de shale gas del mundo (Jones Huala) o las mayores reservas de litio del mundo (Evo Morales) está claro que no se trata de defender pueblos sino de apoderarse de la riqueza de otros.
Esperemos que el Gobierno Nacional se ponga, de una vez por todas, del lado del Pueblo argentino, no ceda ni un milímetro de nuestro territorio y extradite rápidamente al terrorista detenido. Que vaya a cumplir su condena en Chile y luego sea procesado en Argentina.
Carlos Ruckauf(*)
La nota fue publicada en Infobae
(*) El autor fue vicepresidente de Argentina entre 1995 y 1999.
