El ex presidente Alberto Fernández (2019-2023) fue denunciado por su pareja Fabiola Yañez. No podrá salir del país ni tener contacto con la que fue su mujer. Pero antes, ella había recurrido al Ministerio de la Mujer y le dijeron “ya va a pasar”.
Fabiola Yañez recurrió a mecanismos institucionales que existían en el gobierno de su pareja Alberto Fernández para ver si la podían defender. Pero la respuesta fue elusiva y no pudo hacer mucho. La ex primera dama habría pedido auxilio al Ministerio de la Mujer y le respondieron que no podían “hacer nada”.
Fabiola Yáñez denunció a Alberto Fernández por violencia “física y mental” y la Justicia ordenó medidas de restricción.
En las últimas horas trascendió que, durante el gobierno de Alberto, Yáñez se había contactado con el Ministerio de la Mujer para pedir auxilio y se lo negaron.
“Ella pide ayuda a los canales posible como el ministerio de la Mujer. La respuesta fue, ‘Ya va a pasar, no se puede hacer nada'”, relató la periodista Sandra Borghi, de TN.
Y el sitio Infobae mostró chats de la mujer con su marido (por entonces Presidente) donde le pedía que cese con sus agresiones y mostraba lastimaduras con moretones tipo ‘ojo en compota’ y en la zona axilar.
Y los textos de chats son explícitos. “Venís golpeándome hace 3 días”, escribe ella.Y luego agrega: “Cuando me samarreaste (sic) de los brazos me dejaste moretones”
Tal como hizo Alberto cuando todo adquirió el tamaño de una bola de nieve que avanzaba y llevaba todo por delante (negar los hechos), la ex titular del Ministerio de la Mujer hizo otro tanto.
La ex ministra de la Mujer de Alberto, Eli Gómez Alcorta, salió a desmentir las versiones. “Fabiola nunca me comentó esta situación. Nadie puede dudar de lo que habría hecho en ese caso; como cuando se violaron derechos de mujeres indígenas y presenté mi renuncia”, dijo.
Además, la diputada de UxP, Mónica Macha dijo que “los indicios de violencia de género por parte de Alberto Fernández a su pareja revisten una doble gravedad: por la asimetría de poder y por el rol institucional que ocupaba”.
Annus horribilis de AF
Alberto Fernández viene teniendo un mal año. Desde que dejó el poder en diciembre de 2023, las novedades que lo acompañaron no fueron halagüeñas. Quiso instalarse en España pero si quería seguir percibiendo los generosos emolumentos como ex mandatario, debe residir en el país. Volvió. Ni siquiera en Venezuela lo quieren. Su progresía no alcanzó a convencer a Nicolás Maduro y sus fervientes seguidores.
Luego llegó el escándalo de los seguros. Y los tiros venían refilando cada vez más cerca: su proximidad con un operador que ganó cientos de millones de pesos en operaciones de seguro (y que Alberto conoce a fondo por provenir de ese ámbito) y la cercanía de este operador con su secretaria privada (son pareja) fueron cociendo un caldo espeso y cargado de sospechas.
Días pasados, en la Justicia al verificar uno de los teléfonos celulares por este tema (el de los seguros) los investigadores hallaron diálogos de su pareja Fabiola Yañez con su secretaria (de él) donde ella contaba que era víctima de golpizas y amedrentamientos varios. Y que cada vez que iba a hacer un planteo judicial, le sugerían que lo “dejara así nomás”.
En su momento, el juez vio las imágenes de Fabiola golpeada y le consultó si quería hacer la denuncia. Ella declinó. Luego, el martes 6 de agosto, todo cambió
Parece que eso exacerbó aún más al golpeado Alberto F. Empezó a enviar constantes mensajes amenazadores a su ex.
Y el martes 6 de agosto Fabiola Yáñez volvió a la carga y formalizó la denuncia. Es por episodios de violencia de género cuando ambos convivían en la quinta presidencial de Olivos y por “terrorismo psicológico” en la actualidad, mientras ella reside en Madrid con el hijo que tienen en común. Por decisión del juez federal Julián Ercolini, Fernández no podrá salir del país ni tener ningún tipo de contacto con Yáñez mientras avanza la causa.
Como queda dicho, la cuestión Alberto-Fabiola llegó de rebote. La denuncia viene vinculada con otra investigación que complica al exmandatario, por abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Es la causa en la que Ercolini investiga si Fernández le facilitó negocios de intermediación financiera a su exsecretaria, María Cantero, y su pareja, Héctor Martínez Sosa. Para esa investigación fue secuestrado el teléfono de Cantero y en él aparecieron chats, fotos y videos de Yáñez exponiendo lo que el juzgado consideró posible violencia de género. En junio, cuando esto surgió durante las pericias sobre el teléfono de Cantero, contactaron a Yáñez, le ofrecieron denunciar, ella declinó y la causa fue archivada. Ahora, Ercolini la desarchivó.
Naturalmente, Alberto F es abogado y recurrió al gambito -casi una deformación profesional- habitual en estos casos: negar todo. Las malas lenguas dicen que es el consejo que los penalistas dan a sus acusados implicados: “negar todo y calladitos”.
En el celular aparecieron fotos de Fabiola con ojo “en compota” y maxilar muy hinchado; así como moretones en tronco y costillas
Recordar hace nomás de un mes, el analista político Pedro Brieger fue objeto de una investigación por un periodista: había estado por más de dos décadas abusando de compañeras, alumnas y colegas. Cuando saltó el caso, lo primero que hizo fue negar todo. Al final, la evidencia era tan alarmante que dejó de decir que se trataba de mentiras.
Así, pues, el mal año de AF no finaliza aún. Habrá que ver. Por lo pronto, lo que vieron los investigadores al abrir el teléfono de la secretaria de Alberto eran cuatro fotos de la exprimera dama, una con un ojo y parte del maxilar superior muy hinchado por supuestos golpes y otra con visibles moretones en todo el costado derecho del tronco, con las costillas y la axila amoratadas de ese lado.
O como cantaba Andrés Calamaro en Crímenes perfectos. “Todo lo que termina, termina mal, poco a poco. Y si no termina, se contamina mal, y eso se cubre de polvo”