El consumo de alimentos no repunta. Y es claro por qué. Porque los servicios están carísimos y la gente no quiere quedarse sin telefonía celular ni internet ni tampoco salud. Y entonces se cae el consumo de alimentos. En cambio, a los que les sobra, pueden comprar inmuebles, cambiar de autos o viajar por el mundo
Comer y que sobrevenga un sopor o fiaca es posible. Muchas veces pasa. Hay personas que tienen una digestión más lenta. Y así aparece esa modorra. Y algo tiene que ver con los alimentos que se ingieren. Un informe señala cuáles son los que sí estimulan y energizan. Ah... y hay dos infusiones que reaniman enseguida...
No. La billetera no alcanza. Ni la tarjeta de crédito ni la de débito. Y la billetera virtual quedó vacía. Nada. Pagar los servicios esenciales se convirtió en la prioridad y el consumo, por ahora, muestra niveles de retoc
Disminuir la pérdida y el desperdicio de alimentos es un hábito que se debe implementar para cuidar al ambiente. Por eso, desde el Ministerio de Desarrollo Social, la Mujer y la Juventud se llevó a cabo una charla de concientización en el colegio Martín de Moussy en donde los estudiantes aprendieron las causas y consecuencias poco conocidas de esta gran problemática cotidiana.
Cuando los virus y las bacterias andan dando vueltas (y hace mucho tiempo que lo hacen) el ser humano debe protegerse. Y una de las primeras acciones es alimentarse adecuadamente. La doctora Karina Morgenstern insiste en algunos consejos sencillos para enfrentar estas épocas. Ahora, lo llaman Inmunonutrición. Vale la pena