Los seguidores de Bolsonaro se movilizaron desde todo el país hacia el centro del Brasil. Y en un día "muerto" (domingo) invadieron las sedes de los tres poderes del Estado. Lula contratacó con vehemencia. Envió fuerzas federales, echaron al ministro de seguridad de Brasilia, suspendieron al gobernador del estado,
El flamante y reelecto presidente del Brasil no quiere divisiones en su país. Asumirá el primer día de 2023 y buscará superar la grieta. Apuesta como toda su vida al amor y quizá hasta el mundial de fútbol le pueda dar una mano así como el mundial de rugby se la dio a Nelson Mandela en 1995
