El rechazo a la mujer y todo lo que tenga que ver con lo femenino no es un fenómeno nuevo. De hecho, se enraiza en lo más profundo de la evolución humana. Eduardo “Balero” Torres analiza su génesis y lo plasma en un diálogo entre el Dios Padre y Su hijo. Este es un adelanto de la obra.

“Esta es una pequeña parte de mi próximo libro: Finalmente, Dios se arrepintió”, adelantó Eduardo “Balero” Torres respecto a lo que se halla pergeñando.
Definitivamente, la misoginia no es nueva. Torres rastrea sus orígenes en los filósofos occidentales los que -considera- terminaron influyendo en los maestros del cristianismo, tales como Santo Tomás de Aquino y muchos santos de la Iglesia.

Así, tanto Pablo de Tarso como santo Tomás de Aquino son citados como ejemplos de odio y destrato a la mujer, su cuerpo, sus funciones en la sociedad. Y lo traslada todo a un diálogo (muy socrático, eso sí) entre el Dios Padre y su hijo Jesucristo.
–¡Me rebelan e indignan las afirmaciones de estos “Santos”, de la religión Católica, la más numerosa del cristianismo! …
- Padre, – exclamó Jesús con ojos acuosos en tanto su voz, entrecortado por el esfuerzo del llanto reprimido como si fuera un niño cuando busca auxilio y consuelo en el padre: ¿Cuál es la relación de estas aberraciones, falsas y engañosas con mi obrar y el mensaje de amor que dejé en la tierra? ¡Nada, absolutamente nada! Nada dice de la misericordia, del amor y del perdón, tampoco, nada tiene que ver conmigo lo expresado por Pablo en sus epístolas, donde manifiesta sus comentarios absolutamente misóginos, del cual no debemos extrañarnos que hayan suministrados los fundamentos para que estos “Santos” concluyan con semejantes disparates…

- Jesús se sumió en un silencio prolongado para calmar su ánimo y luego, expresó:
-Padre querido, tengo la convicción, que el dolor y la decepción que sentías por el comportamiento de los humanos en la tierra incluían estas actitudes, porque no sólo desilusionan sino, que también, distorsionan, deforman, traicionan el mensaje Divino que prediqué en el obrar como pastor para cumplir el Plan Divino… Creo Padre, que las conclusiones degradantes del género femenino de estos Doctores y “Santos” de las religiones, fueron influenciados por las escuelas filosóficas platónicas, neoplatónicas y aristotélicas, quienes vivieron en una sociedad donde la mujer cumplía la función que describen nuestros “santos”, desconsideradas, menospreciadas, limitadas socialmente, permanecían en sus hogares con la función esencial de la reproducción. Para el placer, los griegos, se relacionaban con los efebos en una sociedad que naturalizó la homosexualidad aceptada y generalizada… Padre, espero que me entiendan, no soy homofóbico, pero en función del lugar que ocuparon las discriminadas mujeres griegas y el concepto de estos filósofos respecto a ellas, se comprende la influencia que ejercieron sobre los “Santos” y en la propia religión, lugar don se mantuvo durante siglos estos comportamientos.

-Antes de conversar de las mujeres estuvimos analizando las opiniones de estos “Santos” sobre el mal y seriamente inquiero, si sus perversas e infundadas opiniones sobre la mujer no es la muestra más cabal del mal, porque en su exceso de egolatría, mienten, inventan, abusan por ser considerados intelectualmente superiores y saben que lo son y creen, consecuentemente, que esta superioridad les faculta para afirmar como ciertas sus propias fantasías, frustraciones, sus resentimientos y con soberbia e irresponsabilidad, dicen lo que desconocen e inventan lo que no pueden justificar. Son soberbios con comportamientos muy parecidos a los que ellos mismos llaman demonios.
-Hijo, ¿no estás siendo muy duro en tus conceptos?
-¡No, Padre, en absoluto! Al contrario, creo que estoy siendo medianamente benigno en mis valoraciones y no los juzgaría si fuesen opiniones personales que puedan discutir en una escuela filosófica. En este caso dictaminan y propagan un falso dogma que no tiene nada que ver con nuestro obrar y sustentará las bases para la doctrina de la Santa Iglesia Católica, la más numerosa, abusando de la credibilidad y confianza de millones de fieles.
(…)- Padre, si vivieran y estuvieran frente a nosotros me gustaría que me contestaran, cuáles son los argumentos para establecer que: “cuando nace un varón el nacimiento es perfecto y cuando nace una mujer es porque el semen es débil, porque el material del útero es inadecuado o por la influencia de factores externos como los vientos del sur, que hace que la atmósfera sea húmeda. Se trata de accidente”… Semejante fantasía perversa no es el resultado analítico de la espiritualidad del humano, de la fe, de lo bueno; al contrario, parece la expresión de un pensamiento prejuicioso, discriminatorio, alterado por el odio a las mujeres…
(Esto lo dice Santo Tomás de Aquino pero se le adjudica a Aristóteles)
-Mis argumentos, Padre, se ven reforzados cuando Santo Tomás dice: “Hablando de forma estricta, cada mujer es un monstruo de la naturaleza” o cuando cita: “La mujer no responde a la primera intención de la naturaleza, que apunta a la perfección, sino a la intención secundaria de la naturaleza, como putrefacción, malformación y debilidad de la edad” y en este caso, además del agravio a las mujeres, hay un claro cuestionamiento a Vos y a tu creación, Padre mío…
“CADA MUJER ES UN MONSTRUO DE LA NATURALEZA QUE APUNTA A LA PUTREFACCIÓN, LA MALFORMACIÓN Y LA DEBILIDAD DE LA EDAD”, ESCRIBIÓ SANTO TOMÁS