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viernes, junio 13, 2025

Nuevos valores de presión arterial para evitar los ACV

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Hasta hoy en día, los límites aceptados eran 90/140. Pero hay poblaciones de riesgo que deben tener valores más bajos que esos. Se estima que son 15 millones de argentinos involucrados, pero el 40% (unos 6 millones) no lo sabe.

“Estaba en la chacra con mis dos peones -recuerda Aníbal un comerciante de Campo Grande- cuando empecé a sentirme mal. Todo me daba vuelta y tenía entumecimiento del cuerpo en el lado izquierdo del cuerpo. No veía bien y un dolor de cabeza intenso. Sentí que me caía y quería llamar a mi gente. Pero no podía…” (Además de que en el lugar no había señal para los celulares).

El dramático hecho existió hace pocos días en una chacra en el Misiones profundo. Los peones andaban a caballo y no vieron que su patrón la estaba pasando mal. Cuando uno de ellos vio a Aníbal semi incorporado voló hasta su lado. “¿Sabés manejar?”, le preguntó el patrón. Y el muchacho: “Puedo intentarlo” (había probado dos veces con un auto). Se subieron a la camioneta y avisaron al pueblo. En una clínica local hicieron los primeros cuidados y luego Aníbal fue trasladado a una clínica en Posadas. “Me salvaron la vida -dice hoy Aníbal mientras realiza ejercicios de rehabilitación- y la verdad es que no sabía que tenía la presión tan alta…”

Existe un nuevo consenso médico sobre el valor normal de la presión arterial porque se comprobó que de esa manera se puede evitar al menos el 15 por ciento de los casos de infarto y Accidente Cerebrovascular (ACV). En la segunda patología el beneficio llega incluso hasta el 18 por ciento. Se pasa de 90/140 a 80/130.

Se pasa de 90/140 a 80/130 en los valores topes
y esto puede ayudar a las poblaciones de riesgo

El dato fue avalado por La Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA) con el consenso de la Sociedad Argentina de Cardiología y la Federación Argentina de Cardiología. Y esto fue explicado a Clarín por Nicolás Renna, ex presidente de la SAHA. Y el principal es clave, porque para una cantidad importante de pacientes tener la presión un poco más baja de lo que se toleraba hasta ahora puede significar la diferencia entre la vida y una muerte prematura.

El trabajo clínico y las investigaciones han permitido a los médicos establecer que cuando una persona es hipertensa, su presión normal no debería ubicarse ya en el valor de 14/9, sino que el tope debería ser 13/8. Esa pequeña corrección, de lograr sus frutos, puede implicar una brecha relevante en términos de salud pública.

La cuestión sería sencilla y su impacto resultaría notorio, siempre que los pacientes con hipertensión estuvieran identificados y bien tratados en el país. La afirmación anterior anticipa la realidad: eso no sucede. Según los datos que maneja la SAHA, hay dos problemas: el primero, que sólo el 40 por ciento de los hipertensos sabe que lo es; el segundo, que de ese 40 por ciento sólo uno de cada cinco está bien tratado.

Como se ve, la hipertensión es una de esas enfermedades  subestimadas y el motivo principal es que no da síntomas, avanza de manera silenciosa. Y cuando el síntoma se manifiesta suele hacerlo de forma traumática.

Que sólo cuatro de cada diez hipertensos conozca su diagnóstico habla de un déficit del sistema de salud, algo que oportunamente fue reflejado por Clarín a partir de otro informe de la SAHA, que indicaba que sólo el 14 por ciento de los médicos les toma la presión a los pacientes.

Hay un dato que completa este complejo cuadro de ignorancias y desidias. La estimación profesional es que entre el 35 y el 40 por ciento de la población adulta del país sufre hipertensión arterial, por encima de la media mundial. Son 15 millones de argentinos.

Pero más allá del amplio sector hipertenso en las sombras, fuera del radar médico, ¿por qué la gran mayoría de los pacientes que en algún momento sí fue diagnosticada con esta enfermedad no sigue un tratamiento efectivo para mantenerla a raya?

“De cada cinco hipertensos diagnosticados, sólo uno está bien con su presión arterial. Hay varias causas. No sólo que no toman la pastilla. También puede ser que el médico no la haya pegado con la medicación y el paciente tenga un tratamiento subóptimo. Pero la conclusión es que hay cuatro de esos hipertensos que van a tener infarto, insuficiencia renal y ACV”, advierte Renna.

“Sí, claro ya estoy medicado con Enalapril -comenta Aníbal mientras vuelve a su localidad de origen-. Además ya compramos el tensiómetro para ir controlando. Sí, hay que cambiar de vida…”

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