Es lo que se desprende del informe publicado por Google. La infografia es de todo el mundo, detallando cada provincia.
La fecha de partida para todas las mediciones fue el 16 de febrero. La fecha límite, el 29 de marzo. En ese lapso de tiempo la empresa Google hizo las estadísticas de cómo se paralizó el mundo por el coronavirus. Detrás de la cuarentena obligatoria hay muchos números, que no son precisamente las cuentas por pagar a fin de mes. En https://www.google.com/covid19/mobility/ están las cifras que reflejan el parate total o parcial de las actividades. Los datos distribuidos corresponden al mundo entero. Y hay precisiones sobre las provincias.
En Misiones, el mayor impacto se vio en el transporte público, allí la actividad bajó un 92% comparado a la normalidad. Todo lo que tiene que ver con distracciones, también tuvo un impacto superior al 80%. En bares, restaurantes, cafeterías o shopping la actividad se redujo un 83%, mientras que en las plazas y espacios públicos hubo un 85% menos de personas, es decir casi vacías. Hamacas, toboganes y sube y baja quedaron quietos, sin nadie que los use.
La mitad de la población que trabaja, hizo el aislamiento. De acuerdo a las estadísticas, hubo un 51% menos de movimiento laboral, y al igual que el promedio en toda la Argentina, se registró un 27% de mayor actividad residencial. Incluso en las farmacias hubo menos tráfico de personas, pese a ser uno de los rubros lógicamente exceptuados de la cuarentena: la reducción del movimiento de clientes fue del 66%.
“Google preparó este informe para ayudarlo a usted y a los funcionarios de salud pública a comprender las respuestas a las orientaciones de distanciamiento social relacionadas con COVID-19. Este informe no debe usarse con fines de diagnóstico médico, pronóstico o tratamiento. Tampoco está destinado a ser utilizado como guía sobre planes de viaje personales”, precisa la multinacional a modo de abrir el paraguas ante posibles demandas de sectores “sensibles” a estas cifras.
Un virus qué aún no tiene remedio ni vacuna confirmada, llegó desde el otro lado del mundo para paralizar hasta las economías más fuertes. Cuidar la salud de la población es hoy la prioridad para los gobiernos más sensatos. Las finanzas pueden esperar. Mientras tanto, el aislamiento social sigue siendo la mejor opción.
