Misiones busca protagonizar la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático, COP26. Se va a realizar desde el 1 de noviembre en Glasgow, Escocia. Y reunirá nuevamente a líderes e intelectuales del mundo para debatir los desafíos que hoy son impostergables.
La Pandemia puso a la luz no solo la importancia de los sistemas sanitarios de cada país, si no, algo más implícito: el aire puro. Poder respirar sin contaminación es salud y en este punto, Misiones planta bandera. Es la tercera provincia más chica de Argentina, pero alberga más de la mitad de la biodiversidad. Tiene el último remanente continuo de la Selva Paranaense. En términos simples, sus árboles emanan el oxígeno más puro que la humanidad necesita para vivir. La gran fábrica de aire puro trabaja 7×7 los 365 días del año. Se evita ingresar en determinadas producciones (como la soja) para cuidar la ecología. Pero es momento de entender que esto cuesta dinero. Así es como entra en juego el Green Bank.
Los bonos verdes son un instrumento financiero que a diferencia de los tradicionales, se basan en la lucha contra el cambio climático. “Los bonos son una forma de título de deuda. Los títulos de deuda constituyen un contrato legal por dinero adeudado que se puede vender y comprar entre distintas partes”, explican desde el Banco Mundial. Las entidades que buscan financiamiento tienen dos opciones básicas para recaudar fondos: las acciones y los bonos. Los bonos representan una forma de deuda, mientras que las acciones representan una forma de propiedad.
Con una batería de leyes que sustentan su cuidado ecológico, Misiones se convierte en la primera provincia argentina en ingresar al mercado de los bonos verdes. Sería el Primer emisor de créditos, lo que se conoce en el mundo como un Green Bank. Lo podría hacer porque tiene legislación y la institucionalidad necesaria, además de lo principal que es el activo ambiental.
“Los misioneros deberíamos empezar a contabilizar lo que se llama nuestro activo ambiental”, dijo en su última conferencia de prensa el Presidente de la Legislatura de Misiones, Carlos Rovira. “Misiones es la usina más importante del país y una de las más importantes de América productora de oxígeno, de oxígeno puro. Pero por el doble carácter ecológico, nosotros producimos el oxígeno y en la misma cantidad retenemos el dióxido de carbono, que es el responsable del efecto invernadero, es el responsable del cambio climático. O sea, tenemos los dos bienes. Por eso hoy salimos al mercado por un lado vendiendo a quién necesita, y ahí está aceptado en el mundo quién contamina en el norte, puede venir con un instrumento como es el que acaba de firmar el gobernador y comprar acá ese crédito de carbono contra el emisor que está fuera de la Argentina”.
Sin la contribución esencial que realiza la Provincia de Misiones, la Nación no podría cumplir con los objetivos trazados en su estrategia contra el cambio climático comprometido ante Naciones Unidas, en el marco del Acuerdo de París. Se trató del “primer acuerdo universal de la historia de las negociaciones climáticas”, recordó el entonces presidente de Francia, François Hollande cuando presentó el texto aprobado. Fue negociado durante la XXI Conferencia sobre Cambio Climático por los 195 países miembros, adoptado el 12 de diciembre de 2015 y abierto para firma el 22 de abril de 2016 en conmemoración del Día de la Tierra.
En definitiva, los países no solo admitieron que el problema del cambio climático existe, sino que reconocieron que el aumento de la temperatura es responsabilidad del hombre. Por eso, establecieron medidas para combatirlo.
En pocos días todos se vuelven a ver los rostros en el COP26. Nuevos líderes deben cumplir las viejas promesas y trabajar en ese sentido para que la tierra donde vivimos sea un lugar mejor, y Misiones, tiene mucho por decir.
