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martes, abril 23, 2024

Ser emprendedor: lo que nadie dice

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Qué mejor consejo puede dar el que lo hace desde la experiencia. Matías Sebely hoy es concejal, pero lleva adelante distintos emprendimientos: desde lechuga hidropónica (un sistema novedoso donde la planta se cultiva colgada, evitando el contacto directo con el suelo), hasta barritas de cereal, pasando por dulce de leche con stevia o incluso la venta de comida por un dólar. Trasladó su experiencia al papel y así nació su libro El éxito del fracaso. Sus páginas se convierten en lectura obligatoria para todo aquel que quiere ser su propio jefe. El libro puede ser descargado de forma gratuita en este link.

A continuación puede leerse un extracto que no tiene desperdicio:

La verdad sea dicha. Ser un emprendedor es el empleo que está de moda en nuestra sociedad. Contrariamente a esto, desde hace algún tiempo, coexisten en el mercado un grupo de
empresarios que sostienen haber formado parte de la economía desde hace mucho más tiempo que todos estos nuevos emprendedores que se convierten en empresarios y desde esa postura crearon una tendencia antiemprendedurismo.


La manera lógica en que trato de vivir mi vida me dice que todas las cosas en la vida tienen dos caras, la bonita y la que no es tan brillante. Mi política ante todo es investigarlo desde
todos los puntos de vistas y todas las aristas posibles, incluso más si estamos interesados en ese algo que potencialmente pueda cambiarnos la vida. Cuando más información tengamos, mejor preparados estaremos para las situaciones que se nos presenten.
Me causaba curiosidad conocer qué tenían que decir los integrantes de este grupo de personas que de cierta manera se oponían, o no pintaban una imagen tan colorida y esperanzadora del concepto de emprendedurismo. Después de mi investigación me encontré con que es una información muy interesante que decidí compartirla.

Hacé clic en la imagen para descargar gratis el libro.


Me parece justo que si vas a orientarte hacia el camino de los emprendedores, tenés que saberlo todo: lo bueno, lo malo y lo peor.
En la década de 1980, ser un emprendedor era considerado una rareza, las personas que se atrevían a serlo eran considerados inadaptados. Lo que las personas opinaban sobre aquellos que decidían comenzar sus propios proyectos no eran comentarios positivos, todo lo contrario; no eran rechazados, pero de ninguna manera eran celebrados como hoy en día, casi como héroes y grandes influencias.
Todo cambió cuando a mediados de la década de los 80’s empresas como Apple, Adobe, Oracle y Microsoft comenzaron a abrirse camino en un mercado que hasta ese momento no veía con buenos ojos a los nuevos emprendimientos. Y esos inadaptados sociales, pasaron a ser personas más aceptadas y
hasta envidiadas por algunos.


Ya para la década de 1990, el emprendedurismo estaba revolucionando el mercado de las finanzas y el comercio en general; actualmente son considerados personas famosas y todos,
aunque no lo acepten, aspiramos a ser como esos valientes que crearon algo a partir de la nada, porque los admiramos.
Pero mi intención en ningún momento es desprestigiar, ni criticar a nadie, mucho menos a personas que admiro, ya que me considero yo mismo un emprendedor. Ni tampoco quiero
hablar de la evolución de cómo ser un emprendedor llegó a ser tan interesante en la actualidad, sino hablar desde otra perspectiva sobre lo que significa emprender; perspectiva que muchas veces los medios de comunicación omiten. Digamos que las “partes feas” de la historia, porque las hay, por supuesto que
las hay. Al igual que ser un médico o un astronauta no es fácil y se requiere de mucho esfuerzo, podríamos aplicar lo mismo para
ser un emprendedor. Hasta me atrevería a decir que como una persona no nace siendo un astronauta, nadie nace para ser un
emprendedor tampoco.
Hablaremos de estos factores que considero son los más desafiantes de ser un emprendedor, el lado oscuro del emprendedurismo en la época en que nos encontramos, donde
serlo, es admirable.
Aclaro que en ningún momento quiero que te veas desmotivado de seguir tus sueños. Quiero prepararte, contándote las cosas difíciles y los retos con los que te vas a encontrar en el
camino cuando decidas emprender tu propio proyecto.

El Concejal Matías Sebely en el reconocimiento a mujeres destacadas del 2022 de Alem: Alicia Clark, Claudia Schweikofski, Teresa Sidloski, Lita Barran, Norma Varela y Marta Whiele
  1. La sensación de aislamiento que se siente.

Especialmente cuando te decidís a comenzar y aún no contás con un equipo de trabajo consolidado o no tenés a nadie que comparta tu visión y entienda tus ideas. Todos estamos acostumbrados a formar parte de un grupo, si sos un empleado en una empresa
tenés a tus compañeros de trabajo, en la universidad tenés a tus compañeros de clases y de esa manera, como seres humanos
vivimos perteneciendo a grupos, incluso si no lo queremos.
Cuando decidís emprender tu negocio, si tenés suerte vas a contar con un socio o compañero, pero si no vas a estar básicamente solo, y podés sentir que te sobrevenga esa sensación
de aislamiento y soledad. Incluso cuando contás con una idea que es innovadora y no tenés otros ejemplos como parámetro de
comparación, y aunque sepas que será algo nuevo en el mercado y eso es aplaudible, estarán esos momentos de dudas y de vacío.
Encuentro curioso cómo a muchas personas no les agrada hablar sobre ello, ya sea por sentimiento de vergüenza o porque
consideran que no queda bien con la imagen que quieren mostrar al mundo de la personalidad de un emprendedor exitoso. Sin
embargo, esos sentimientos negativos que podés llegar a sentir, son muy reales.

  1. Puede que lo que decidas emprender te brinde un estilo de vida y un empleo, pero no abundancia económica. Esto es algo real e importante de entender, que me parece que más personas
    deberían de estar hablándolo.
    Ser independiente laboral y financieramente, no significa que todos vamos a llegar a convertirnos en Mark Zuckerberg (creador y fundador de Facebook). Es cuestión de poner las cosas
    en una balanza, tal vez por seguir nuestro camino no vayamos a percibir el mismo ingreso monetario al año que trabajando en una oficina, pero sí tendremos libertar de escoger nuestro
    propio horario, libertad creativa con todo lo que hacemos y no tendríamos que responder por nuestras decisiones ante nadie. Es una cuestión de saber que tiene mayor valor para vos.
    Muchas veces pensamos en los emprendedores como personas que tienen mucho dinero y me atrevo a apostar que esa es una de las razones porque este negocio resulta tan popular en la actualidad. La realidad es que no siempre es así, muchos de ellos tienen un segundo trabajo y su proyecto de emprendimiento es más un hobby y un pasatiempo que su primera fuente de ingresos.
  1. Nada se hace de la noche a la mañana. Muchos
    empresarios y dueños de negocios afirman que toma mucho tiempo, años, construir un negocio, y otros más para empezar a percibir alguna ganancia sustancial.
    Generalmente se requiere de mucho tiempo para
    construir un negocio. Incluso Facebook existió y estuvo funcionando por cinco años sin recibir ninguna ganancia en
    absoluto. De igual manera pasa con muchos negocios.
  2. Vas a tener que tratar con personas que no te
    verán como el bueno del cuento. Estar en la posición de líder automáticamente crea en los demás una reacción negativa hacia a tu persona, como si de entrada se sintieran inferiores por el
    simple hecho de tu posición, incluso si nosotros no consideramos eso en lo absoluto.
    Cuando dirigís un negocio, tenés que indudablemente estar pendiente de su administración, y esto acarrea tratar
    con todo tipo de personas, no solo empleados, sino también proveedores y clientes. Vas a ser el encargado de tomar las decisiones difíciles, y en todas las formas de verlo, serás el único
    responsable por el resultado de esas decisiones. Vas a ser el que comunica las malas noticias y el encargado de encontrar los problemas que tienen que resolverse.
    Administrar esta carga humana y hacerlo de una buena manera es mucho trabajo y a algunas personas no podrán hacerlo naturalmente. Pero este es un factor clave que tenés que considerar a la hora de emprender.
    A pesar de todo esto que podés o no haber sido
    consciente de que existían, hay una realidad más grande y es que si amás lo que hacés, y te encanta ser tu propio jefe, o ser independiente, no dejes que nadie ni nada se interpongan en tu camino.

Ser un emprendedor en cualquier ámbito es de por sí algo increíble y debe ser aplaudido, porque la palabra es sinónimo de ser valiente, de atreverse, y no todas las personas tienen el coraje suficiente. Y es aún mejor cuando le hacés un bien mayor a tu comunidad y a tu país con tu proyecto. Sólo recordá tener muy presente que no va a ser todo color de rosas.

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