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viernes, marzo 29, 2024

Lo mató porque abusaba de su hijo y ahora la juzgan

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Una mujer de origen paraguayo que vivía en Lomas de Zamora ultimó a su pareja, un joven del mismo origen pero que tenía 20 años menos. Ocultó el cadáver en un armario al que le cargó cemento. Luego se entregó a la Justicia y contó todo. Ahora, va a juicio de Jurado

“Al comienzo él era amable, pero al poco tiempo comenzó la violencia física y psicológica. La insultaba, le marcaba la diferencia de edad, le hacía referencias de su físico, la dejaba encerrada y ella perdía sus trabajos. También había celos y relaciones no consentidas”, afirmó. Este testimonio coincidió con otra psicóloga que indicó que al principio la víctima era amable y luego comenzó a ser “violento”.

Ella (Gilda Acosta Duarte) tenía casi el doble de edad que él (Richard Alejandro Sánchez Escobar).

El escenario. La casa donde ocurrió el homicidio.

Los dos eran de origen paraguayo y vivían en Lomas de Zamora al sur del Gran Buenos Aires. Él andaba por la mitad de la veintena y ella se acercaba a los 50.

Una noche veraniega y calurosa de febrero de 2019, tras enterarse de que él había abusado de al menos uno de sus hijos (los de ella), decidió atacar. Tomó una pesa de cemento de unos 10 kilos y la aplastó contra la cabeza de su concubino. Para asegurarse de que estuviera bien muerto, lo terminó ahorcando con una soga.

Según la instrucción, la causa de muerte es asfixia mecánica por estrangulamiento a lazo. Se comprobó que se utilizó un cable que presentaba cinco vueltas al cuello de la víctima. en dicha necropsia se confirmaron lesiones contusas provocadas por un disco de pesa utilizado en la vivienda para hacer ejercicios. estos golpes colocaron a la víctima en un estado de indefensión tal que le permitió a la autora la consumación del hecho mediante el mecanismo de estrangulamiento a lazo para dar muerte a su pareja.

El problema era qué hacer con el cuerpo. Vivían en una casa de alquiler. Los locadores estaban ahí cerca. No podían sacar el cuerpo sin que los vean. Decidieron guardarlo en un armario que poseían y cementarlo para evitar que el olor delatara que algo malo ocurría.

“Estuvieron cuatro meses en la casa. Mi esposa sintió un olor que salía de la claraboya del baño y le envió un mensaje a Gilda y ella le contestó que era el pozo ciego, que cuando volvía iba a limpiar”, aseguró.

Así se refirió Eduardo, el dueño de la casa donde ocurrió el hecho. El hombre explicó que en octubre de 2018 Gilda y Richard se mudaron a la casa de la planta baja. Llegaron al lugar por la esposa de Eduardo. La mujer y Gilda fueron juntas a la escuela, en Paraguay. Luego contó que parecía que la pareja se llevaba bien y que “nunca” escuchó una discusión o golpes.

Luego relató el momento en que llegó la policía y lo que observó en la escena del crimen. “La policía ya tenía la llave de la casa y entré con ellos. Había muebles por todos lados, papeles, y ropa mojada tirada por el piso. Nada estaba en su lugar. El colchón y las paredes estaban manchados con sangre, y en un rincón estaba el mueble negro con el cuerpo“, describió.

Tiempo después, dos hijos de la mujer acusada fueron detenidos este lunes como presuntos partícipes del homicidio. Se trata dos jóvenes de 22 y 24 años, ambos de nacionalidad paraguaya e hijos de la mujer imputada por el crimen de Richard Alejandro Sánchez Escobar.

La fiscal de la causa, Marcela Juan, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 16 especializada en Violencia de Género, dispuso la aprehensión de los sospechosos porque cree que tuvieron algún grado de participación en el hecho.

En tanto, el otro hijo de 13 años que presuntamente fue abusado sexualmente por el hombre asesinado era sometido a una Cámara Gesell para corroborar la versión de su madre  respecto a que cometió el crimen tras enterarse de esa situación.

En las redes. Así se mostraba el joven paraguayo en Facebook.

En su momento, antes de homicidio, el abogado defensor de Gilda, Matías Bernal relató que su clienta contó en la indagatoria que ella “lo encaró” a Sánchez Escobar para pedirle explicaciones y que “lo que recibió como respuesta fue una sonrisa burlona y una justificación por parte de él”.

Comienza el juicio

El futuro de Gilda Acosta Duarte (50)  comenzó a definirse el miércoles 4 de mayo en el juicio por jurados en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 6 de Lomas de Zamora. Los primeros testigos aseguraron que no escucharon peleas entre la pareja y que “parecía que se llevaban bien”.

La defensa de la imputada, sin embargo, sostiene que actuó para defenderse de una situación de violencia de género que venía sufriendo.

El hecho ocurrió en febrero de 2019 y, según el testimonio de Acosta Duarte, decidió asesinar a golpes a Richard Alejandro Sánchez Escobar tras enterarse de los abusos sexuales contra sus hijos. En la declaración ante la Fiscalía, la mujer confesó que le pegó en la cabeza con una pesa de diez kilos y luego lo ahorcó con un lazo.

El testimonio más relevante que se escuchó en el inicio del debate oral fue el que realizó el dueño de la casa donde la mujer alquilaba con su pareja Richard Alejandro Sánchez Escobar (27)Acosta está acusada del delito “homicidio agravado por ser la víctima pareja conviviente y por alevosía”, por lo que podría ser condenada a la pena de prisión perpetua.

Antes, había declarado el médico que atendió a la mujer tras el asesinato de Sánchez, quien afirmó que estaba “lúcida, ubicada en tiempo y espacio”, y “deambulaba por su propios medios”.

El crimen del hombre fue descubierto el 20 de febrero de 2019, en una casa de la calle Corbacho al 1500 de Ingeniero Budge, en Lomas de Zamora, luego de que la mujer se presentara en la comisaría de la zona y confesara que lo asesinó cuando se enteró que “había abusado de su hijo”.

Finalmente, la Policía Científica se dirigió al domicilio y encontró en el lugar señalado el cadáver del hombre oculto bajo una capa de cemento en un ropero que había volcado en el piso de un dormitorio.

Testimonios

También se escuchó el testimonio de María, la esposa de Eduardo el dueño de casa. Ella fue quien le avisó a la acusada que había “un olor feo” que salía de la terraza. “Me llamó la atención que cuando salí para ir a trabajar había muchas moscas cerca del garaje”, dijo.

Minutos después, manifestó que una vecina se comunicó con ella para avisarle que la policía estaba en su casa y que se había hallado un cuerpo. Luego, recordó que cuando se cruzó con Gilda en la comisaría, le pidió “disculpas”.

Otra imagen de Richard en Facebook

Por último, la fiscal le preguntó si sabía algo del viaje que tenía pensado realizar la víctima. “Gilda me había comentado que la madre de su hija (de Richard) que vive en Paraguay le pedía que se vaya”.

Alegatos de apertura

Para la fiscal Marcela Dimundo, el hecho ocurrió en la madrugada del 19 de febrero cuando Gilda Acosta “aprovechando el momento en que él dormía lo mata”. Según Dimundo, la mujer “utilizó una pesa” causándole traumatismo de cráneo y luego “lo ahorcó con un cable”.

Asimismo, aseguró al jurado popular que la fiscalía demostrará que el motivo del homicidio “no fue la violación” y agregó que el hombre tenía previsto realizar un viaje y la mujer había tratado de retenerlo.

“Este hecho tan violento trasciende a la familia porque hizo participar a sus hijos de la manipulación del cadáver”, expresó la representante del Ministerio Público en su alegato de apertura.

Para la defensa, a cargo de Patricia Rodríguez Herlein, la imputada era víctima de violencia de género. En ese sentido, manifestó que la mujer formó pareja con la víctima y durante esa convivencia él “la controlaba y la aisló de su familia”.

Moscas. Impactaron las imágenes de video cuando levantan la puerta del ropero.

Luego señaló que el día del hecho se enteró que su hijo menor de edad había sido abusado por su pareja. En esas circunstancias, según la defensora oficial, ella le dice a su pareja que lo va a denunciar y él amenaza con matarla a ella y a sus hijos.

“Ella se defendió de una situación límite porque ya era víctima de violencia de género”, argumentó. Y luego detalló que la mujer estuvo 48 horas con el cuerpo.

“No sabía qué hacer y le tira cemento. La vecina le avisa que había un olor nauseabundo. Estaba tan mal que ni siquiera pudo sentir el olor. Ahí es cuando toma conciencia de que había matado a una persona y se acerca a la comisaría. Ella se defendió de una situación límite”.

El edificio del Tribunal Oral en lo Criminal de Lomas de Zamora, escenario del juicio.

La audiencia continuaba el jueves con la declaración de más testigos y podría haber alegatos y decisión del jurado popular.

Los dos hijos, menores de edad, están citados a declarar para que cuenten los supuestos abusos que sufrían por parte del hombre de 28 años antes de su muerte. Sus declaraciones podrían ser claves para absolver a su madre, quien en caso de ser declarada culpable puede pasar unos 25 años en prisión.

Peritos y psicólogos que declararon en la segunda jornada del juicio por jurados contra Gilda Acosta Duarte  concluyeron que la mujer sufría “distintos tipos de maltratos”. 

El debate se suspendió en horas de la tarde porque la imputada se descompensó y por el momento no se sabe cuándo continúa.

El jueves 5, “Gilda se descompensó en pleno juicio cuando uno de sus hijos contaba cómo lo habían abusado. También se descompensó su hijo y un jurado. La mujer acusada de homicidio, internada”, refirió la crónica policial.

Acosta Duarte, de 50 años, está acusada del delito “homicidio agravado por ser la víctima pareja conviviente y por alevosía”, por lo que puede ser condenada a la pena de prisión perpetua. El debate oral está a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 6.

Para que la mujer sea condenada a la pena de prisión perpetua, los 12 integrantes del jurado popular deberán declararla culpable.

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1 COMENTARIO

  1. Maldita mujer se merece la condena que le dieron mi tío no era capaz de hacer todo lo que ella dijo el era una muy buena persona no tenia por qué quitarme a mi tío por despecho Gracias a dios el nombre de mi tío quedo limpio.

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