Sedas Misioneras (Sedami) es un emprendimiento ubicado en la capital del trabajo, Eldorado. Es encabezado por Sara Carolina Butvilofsky y su esposo Juan Carlos Wachnitz. En 2018 dan inicio a la cría de gusanos de seda, una producción autosustentable y que muestra la diversidad de productos. El IFAI estuvo presente y visitó la producción del Sedami
Este emprendimiento que surgió a partir del viaje que realizó Carolina junto a su esposo Juan hace varios años atrás, donde han tenido la posibilidad de observar en una isla ubicada al sur de la India, denominada Sri Lanka, una granja familiar que criaban gusanos de seda. Actualmente, estos emprendedores tienen 5 hectáreas y se encuentran en 9 de julio, departamento de Eldorado. Hectáreas que están destinadas a la sericicultura, y además cuentan con una agencia de viajes.
“Cuando llegamos de visita a la casa, observo la tierra colorada, la cantidad de mora, los gusanos de seda, toda la familia trabajando y automáticamente nos miramos y dijimos «esto se puede hacer en casa» refiriéndonos a casa a Argentina, Misiones. Fue así como nos impactó de tal forma la cría de gusanos de seda” indicó Carolina Butvilofsky.
“Desde niña escuchaba cuando mi familia se reunía y decía que la yerba mate no alcanzaba, que solamente vivía seis meses y que había que encontrar algo para los minifundistas. Y lo que vimos en Sri Lanka fue la solución a esos otros seis meses de la yerba mate. Fue traer un modelo productivo que ayude al minifundista misionero” expresó Carolina.
La actividad se denomina sericicultura y se basa en la cría del gusano de seda que lleva como nombre Bombix Mori. En el mundo existen aproximadamente 342 registrados y catalogados como Bombix Mori, algunos son salvajes y otros son para industrialización como lo hacen en Sedami. Una vez que cuentan con los huevos, se mantienen en laboratorio a una temperatura adecuada, se trata de un material genético muy delicado.
Para su desarrollo, los gusanos deben alimentarse con hojas de la planta mora donde se cortan las ramas como si fuese una ensalada de achicoria o un perejil bien finito, chiquito en la primera edad porque ellos son prácticamente microscópicos cuando eclosionan.
Dura 3 días la primera edad donde duermen 24 hs, allí cambian su piel y pasan a la segunda edad que dura tres días y en esa etapa duermen 36 horas donde hacen un cambio de piel muy importante.
En la tercera edad, tienen un tamaño de 3 a 4 centímetros considerables y a partir de ese momento se cortan las ramas, se les apoya en el suelo, de esa manera los gusanos de seda ya van caminando entre las ramas y las hojas alimentándose.
La sericicultura comienza a ganar espacios poco a poco en las chacras misioneras, ya que algunos productores se animan a incursionar en la actividad. Es por esto que reciben capacitaciones y financiamientos para mejorar el cultivo de mora, el cual es el único alimento que consume dicho gusano. Uno de los objetivos a que apuntan es que a largo plazo la tierra colorada sea la capital de seda.
Allí estuvo presente el Instituto Fomento Agropecuario e Industrial (IFAI) de la mano del titular Roque Gervasoni donde señaló que desde el IFAI “buscaremos potenciar este nuevo e innovador modelo productivo de la provincia”.
En el marco de la visita dio detalles de su emprendimiento. “Sedami cuenta con un galpón de 250 metros cuadrados y el volumen de su producción ronda los 160 kilos de capullo de seda por año. Aunque sí la vuelta de cría se hace cada 20 días se llega a 300 kilos de capullos”.
“La sensibilidad del gusano de seda a los agroquímicos hace que sea una producción en ciernes en una provincia donde el gobierno orienta sus políticas al cuidado del ambiente y la erradicación del glifosato. En Paraguay y Brasil la soja y el crecimiento cada vez más incipiente del uso de los agroquímicos hizo que la producción de seda prácticamente desaparezca, para abrir un nuevo mercado para productores misioneros que se atrevan a comenzar a la Sericicultura”, indicó en sus redes sociales.
Por el clima y la humedad que hay en Misiones, pueden generar cuatro crías por temporada –una cría completa tiene un periodo de 45 días- que comienzan octubre y finaliza a fin de marzo. Si sigue el calor estiran hasta abril. Una vez que la temperatura baja, los gusanos pasan frío, se infectan y luego mueren.
En esos meses –octubre a marzo- es cuando se realiza la cría del gusano de seda y en invierno se procesan los capullos de seda ya que cada gusano se convierte en un capullo y cada uno está formado por un solo hilo de seda que puede tener hasta 1500 metros de largo, sí, como lo leyó: 1 kilómetro y medio cada hilo.
Sedami y su producción
La producción de seda no produce desperdicio. Durante todo el circuito productivo no utilizan agroquímicos, químicos o fertilizantes.
Las innumerables aplicaciones que surgen a partir de la obtención del capullo de seda dan un alto potencial en creación de trabajo genuino.
A partir de la producción de seda se fabrican cosméticos como champú sólido, jabón, capullos, cremas y más.
Nota: Débora Ortiz
Edición: Mario Pernigotti
Que bueno en mi provincia y al alcance de todos.