El organismo internacional cambió la notificación que pesaba sobre Jones Huala. La modificación permitiría continuar con la detención hasta que avance el pedido de extradición por parte de Chile.
En soledad, borracho y con una pollera como ropa: así lo detuvieron al líder de los mapuche que estaba en una casa tomada en Bariloche y era reclamado por Chile.
Facundo Jones Huala, líder de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) fue detenido en El Bolsón en la madrugada del lunes 30 de enero, luego de estar prófugo desde febrero de 2022.
La policía de Río Negro encontró al activista en el quincho de una casa deshabitada. Según se informó, estaba solo, en estado de ebriedad y vestía una pollera en el interior de una vivienda que había tomado por la fuerza.
Es que la organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) cambió el alerta azul que pesaba sobre el activista mapuche, Facundo Jones Huala. Ahora, las autoridades emitieron una circular en «rojo». Interpol emitió la alerta roja que que Jones Huala siga preso en Río Negro, a la espera de que llegue el pedido formal de extradición de parte de la justicia de Chile.
La Fiscalía de Chile informó que tras la detención de Facundo Jones Huala en El Bolsón, provincia de Río Negro, manifestó el interés de extraditar al líder mapuche para que cumpla la condena que le fue impuesta en su país en 2018.
La Fiscalía de Chile, a través de su Unidad de Cooperación Internacional y Extradiciones (Uciex) y la Fiscalía local de Río Bueno, que intervino en la causa de Jones Huala, “se encuentra trabajando en solicitar la extradición del Sr. Jones Huala a la mayor brevedad posible”, informaron.
Por la mañana, el subsecretario del Interior del Gobierno de Chile, Manuel Monsalve, había dicho que “corresponde iniciar los trámites para solicitar la extradición” y había anticipado un lineamiento en este sentido, que luego ratificó la fiscalía, que es el organismo que debe dar curso a esta solicitud.
La fiscalía de Chile tomó conocimiento de la detención de Jones Huala a través de una notificación formal que remitió su par federal de Bariloche que había solicitado el cambio del nivel de alerta de Interpol para que se determine su captura internacional y que se defina la solicitud de extradición en un plazo urgente.
Las autoridades chilenas “confirmaron a través de los canales internacionales pertinentes que existe interés en extraditar” a Jones Huala para que complete su condena a 9 años de prisión (que fue reducida a 6 años tras contabilizar el tiempo que estuvo detenido en Argentina en 2017).
La pena impuesta a Jones Huala, por los delitos de incendio y tenencia ilegal de arma de fuego de fabricación artesanal, concluye en junio de 2024, pero al superarse la mitad de la condena en la cárcel de Temuco obtuvo la libertad condicional que luego fue revocada.
De origen humilde, Huala es el mayor de seis hermanos y fue fruto del casamiento de María Isabel Huala y Ramón Eloy Jones, quienes se separaron cuando su Facundo tenía 11 años.
Vivió en Buenos Aires y en Chile, hasta que volvió a radicarse en Bariloche, donde se conectó con “sus raíces mapuches” y comenzó su militancia política basada en el uso de la violencia. Misma que le valió fama en ambos lados de la frontera.
Más allá del mestizaje que lo caracteriza, Jones Huala supo reivindicar sus orígenes desde el lado paterno, familia originaria de Cushamen, un paraje cercano a Esquel. El sitio fue adquirido mayormente por los Benetton, una familia de multimillonarios italianos.
La militancia lo llevó a Chile, donde la “cuestión mapuche” tenía otra envergadura. Sus viajes a Temuco y Osorno, lo habrían inspirado en la idea de crear una “nación mapuche” en Cushamen.
En ese contexto, Jones Huala participó del incendio en el sur de Chile en 2013, motivo por el cual la Justicia Chilena elevó un pedido de detención. Para ese entonces, el líder de la RAM ya se encontraba en Argentina, donde permaneció prófugo hasta que fue detenido en Esquel.
Estuvo preso en Temuco.
Ante un recurso de amparo presentado por su defensa, el dirigente de la RAM fue excarcelado en libertad condicional el 21 de enero del 2022, e hizo un llamado a hacer “sabotajes a grandes empresas” y definió como el “enemigo” al “gran capital trasnacional, el imperialismo y la oligarquía”.
En tanto, se radicó en una comunidad mapuche de Temuco, en el sur de Chile, hasta que finalmente su liberación fue impugnada por el Gobierno chileno y la condena ratificada por la Corte Suprema de ese país.
Desde el momento quedó en condición de prófugo y se especuló sobre su presencia en suelo argentino, más específicamente en la región cercana a Bariloche. Incluso en algún momento, pobladores de Villa Mascardi denunciaron públicamente haberlo visto en la zona.
Es que la virulencia de los ataques no cesan en el sur argentino
Bajo la bandera mapuche, hay grupos organizados con el fin de hacer actos de terrorismo. Definen blancos, hacen los ataques y después los reivindican. Y no son solo grupos locales, porque esto que nos ocurre en Bariloche se repite en Chubut, Neuquén y, con más beligerancia aún, en Chile
