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sábado, octubre 12, 2024

Un fenómeno insólito: en Paraguay, siguen ganando los colorados

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El partido Colorado luego de gobernar casi ininterrumpidamente durante 76 años en Paraguay, volvió a triunfar de la mano de Santiago Peña quien es el nuevo presidente electo. A pesar de las duras críticas por ser afiliado del ex presidente Cartes, logró la victoria con el 43% de los votos y asumirá el 15 de agosto.

El 30 de abril los ciudadanos eligieron a su nuevo presidente Santiago Peña de 44 años quien pertenece a la Asociación Nacional Republicana (ANR), más conocido como el partido Colorado. El triunfo del economista Peña fue con el 43% de los votos con una amplia diferencia sobre el partido Liberal Radical Auténtico en donde Efraín Alegre era el candidato, esta sería la tercera vez de Alegre postulándose como candidato a presidente.

Peña se mostró con un pañuelo rojo alrededor del cuello y con un pin de la Asociación Nacional Republicana. Estas insignias se las otorgó en el 2017 el presidente de Paraguay de aquel momento, Horacio Cartes (2013-2018), con las mismas coronó al en ese entonces ministro de Hacienda, Santiago Peña, como heredero en el histórico partido Colorado.

Santiago Peña, presidente electo de Paraguay.

Cabe destacar que es uno de los pocos países de América Latina sin segunda vuelta electoral y donde los presidentes no pueden ser reelectos. El ingreso en 2015 de Peña al gobierno conservador lo convirtió en una de las caras visibles de la principal fuerza política del país.

El partido Colorado se impuso una vez más y se mantiene en el poder casi de manera ininterrumpida desde 1947, con la excepción de los años de Fernando Lugo miembro del partido Liberal, el cual ganó por la división interna que existía dentro del partido colorado.

Fernando Lugo, ex presidente de Paraguay.

El camino de Peña hacia la presidencia

Santiago Peña estrenó su papel como ministro de Hacienda cuando aún seguía siendo parte del opositor Partido Liberal. Recién en 2017, después de 21 años, pasó a integrar las filas del partido Colorado.

Se recibió de Economista en la universidad Católica de Asunción, allí también dictó clases de teoría financiera y teoría económica. En 2001 viajó a Estados Unidos para cursar una maestría en Administración Pública en la universidad de Columbia, Nueva York.

Asimismo, en el 2009 fue parte del equipo del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington, donde dirigió el vínculo del organismo con África. “En esos años me generaba un gran impacto el potencial que yo veía para mi país desde afuera”, dijo Peña a la prensa antes de las elecciones internas del partido.

Santiago Peña.

Durante una década fue parte del Banco Central del Paraguay, primero en el área de Investigación Económica y luego como director. Hasta 2015, Peña era un cuerpo extraño en la política nacional.

“Peña es una persona que se presenta como tecnócrata, un especialista en economía de alto nivel. La pregunta es si eso puede compensar la falta de capital político”, expresó Magdalena López doctora en Ciencias Sociales y coordinadora del grupo de Estudios Sociales sobre Paraguay de la universidad de Buenos Aires a la BBC Mundo.

Por otra parte, José Duarte Penayo, doctor en Filosofía e hijo del expresidente colorado Nicanor Duarte Frutos, expresó. “Peña nace del fracaso del proyecto reeleccionista de Cartes”, en referencia al intento frustrado del expresidente en 2017 de modificar la Constitución para habilitar la reelección.

Santiago Peña y Horacio Cartes, ex presidente de Paraguay.

Peña hace seis años sintió que era momento de bajar a la arena electoral para hacer más y renunció a Hacienda para postularse como precandidato a presidente. Pero no le fue muy bien, en el 2017 perdió ante Mario Abdo, al que ahora sustituirá en la presidencia.

Una vez terminado el gobierno de Cartes en el 2018, Peña tuvo su primera experiencia en el sector privado. Ese año, pasó a integrar el directorio del Banco Basa, propiedad del Grupo Cartes, el conglomerado empresarial del expresidente que representa un 2% del PIB nacional según lo indicó Peña.

Las fortalezas de este candidato se rigen en haber pasado por la gestión y haber tejido con paciencia durante estos últimos cinco años un perfil público de mayor alcance.

Peña y su relación con el polémico Cartes

Algunos definen a Peña como el “protegido” de Cartes. Para otras personas, es quien resguardará al exmandatario en los años que vienen. Esto se debe a que no es posible pensar a Peña sin Cartes, él fue su ministro de Economía, también su candidato en la interna de 2018 -que perdió ante el ex presidente Mario Abdo- y este año otra vez lo fue, pero esta vez se consagró ganador.

Muchos prevén que Peña fungirá como un salvaguarda del ex presidente Cartes, ahora deshonrado por la justicia de Estados Unidos

“Las reuniones de Honor Colorado se hacen en la casa de Cartes, su centralidad es determinante. Santi es un gerente de los intereses de Horacio y no tiene fuerza propia”, expresó un allegado al partido que conoce la vida interna colorada y no cree que el nuevo presidente tenga el coraje de construir su propio liderazgo.  

Honor Colorado es la agrupación que integra Peña, la cual tiene como jefe indiscutido, casi dueño, al ex presidente Cartes. De los 25 senadores, once responden a Cartes y no a Peña. Por lo tanto, puede surgir un conflicto si llegara a producirse un divorcio entre ambos políticos.

En su discurso de celebración por haber sido electo, Peña le dedicó un especial agradecimiento a Cartes, presidente del partido. “Tu aporte, presidente, no se paga sino con la moneda del respeto y la admiración. Gracias por esta victoria colorada”, expresó Peña.

Pero la situación de Cartes es cuanto menos polémica. La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos definió a Cartes a mediados del año pasado como “significativamente corrupto”.

Declaraciones en contra de Horacio Cartes.

“Hoy el Departamento de Estado designa al ex presidente paraguayo Horacio Cartes como inelegible para ingresar a los Estados Unidos debido a sus actos de corrupción mientras estuvo en el cargo. Nos comprometemos a apoyar la democracia y a promover la rendición de cuentas de los funcionarios corruptos”, escribió Antony Blinken en su cuenta de Twitter.

Cartes no puede ingresar a Estados Unidos por actos de corrupción durante su gobierno

Estados Unidos sancionó a Cartes por corrupción desmedida que socava las instituciones democráticas. “Incurrió en actos de corrupción antes, durante y después de su mandato como presidente de Paraguay. La carrera política de Cartes se basó y continúa dependiendo de medios corruptos para el éxito”, describe el comunicado del Departamento de Estado.

Las sanciones económicas contra el ex presidente han alterado el mecanismo de financiamiento de la última campaña política, basado en la solicitud de créditos bancarios. “Claro que salimos a buscar crédito y nadie nos lo quiso dar debido a la situación de nuestro presidente”, comunicó en ese entonces el diputado colorado Hugo Ramírez al periodista Federico Filártiga.

Horacio Cartes en su peor momento.

“Cartes es una figura muy autoritaria y dominante desde que prácticamente compró sus elecciones dentro del Partido Colorado para ser candidato en 2013”, afirmó Fernando Masi un sociólogo y economista que dirige el Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep). Además, añadió que a medida que comenzó a conquistar apoyos en el Congreso, el Poder Judicial y la Fiscalía, crecía el rechazo a Cartes dentro de su propio partido.

Debido a eso y a un intento fallido suyo de reformar la Constitución para ser reelecto. Se desató una serie de fuertes protestas callejeras. Esto causó que los colorados elijan como candidato presidencial en 2018 a Abdo, hijo del secretario privado de Stroessner y símbolo del ala tradicional del partido.

A pesar de esto, Cartes mantuvo su pulso interno con el sector de Abdo y en las primarias de diciembre, no solo fue electo líder del partido, sino que logró que Peña, su exministro de Hacienda, ganara la candidatura colorada en las elecciones sin el respaldo de Abdo, el presidente saliente.

Protesta contra Cartes.

Cabe resaltar que, pese a las acusaciones de Estados Unidos, Peña nunca se alejó de Cartes. “Estamos hablando de un expresidente que ha hecho de la transparencia y la buena gestión una bandera importante, de la cual yo estoy totalmente convencido que así fue”, expresó el presidente electo después de conocerse las sanciones de Washington.

Además, Cartes negó rotundamente las duras acusaciones. “Niego y rechazo el contenido de las acusaciones, las que considero infundadas e injustas”, señaló en un comunicado que publicó en julio, cuando EE.UU. lo designó por corrupción antes de sancionarlo. Además, dijo tener la confianza de que con el tiempo la verdad saldrá a luz.

Por más que mucha gente opine que será un instrumento del ex presidente, Peña intenta presentarse como un político sin ataduras. “Fui un colaborador del gobierno de Horacio Cartes y te puedo decir que en dos años y medio actué con total autonomía”, declaró al ABC Color.

Desde la oposición, no creen que será un mandatario independiente. “Es un candidato improvisado, que no tiene ninguna experiencia ni liderazgo político, es un accidente. Es en realidad es el prestanombres de Horacio Cartes”, determinó Alegre, el candidato que perdió contra Peña.

Marcos Pérez Talia, doctor en Ciencia Política y autor del libro “El cambio de los partidos políticos en Paraguay”, analizó las circunstancias y expuso que el ejercicio de poder será bicéfalo. “Ante cualquier contingencia, los candidatos se reúnen con Cartes, no con Peña. Naturalmente el expresidente va a limitar severamente la autonomía de Peña en el gobierno”, comunicó.

La unión hace la fuerza

Peña no solamente es criticado por la oposición, sino por miembros de su propio partido. El presidente saliente Mario Abdo fue uno de los más críticos contra Cartes. “Cartes es un hombre nefasto que quiere el control total”, dijo en diciembre del año pasado en Radio Concierto.

De igual manera, las divisiones en este sector no son novedad. Durante el 2008, en la única elección en que la oposición le ganó a los colorados, el partido vivía una de sus más duras crisis internas.

Peña y Wiens contrincantes unidos por el partido Colorado.

Por eso en estas elecciones, a pesar de las profundas diferencias, el precandidato respaldado por el presidente saliente, Arnoldo Wiens se mostró con Peña abrazados representando un gesto en el que en el imponente partido Colorado se conoce como el “abrazo republicano”. Como una muestra de que la unión externa hace la fuerza y así conservan el poder.

Pero este gesto está lejos de ser una garantía de cohesión de las distintas facciones una vez en el gobierno. “Peña va a tener que manejar la relación bastante maltrecha con el oficialismo colorado, liderado por Mario Abdo”, dice Pérez Talia analista experta.

Abrazo republicano.

El gran reto del nuevo presidente

Uno de los principales desafíos para Peña será mantener una economía controlada y mejorar su desempeño, quién ha dicho que las cifras macroeconómicas del país, elogiadas en el exterior, no son la única medida de la economía.

Otro gran reto es una de las promesas de su campaña en la que pretende responder a las necesidades más urgentes de las personas en condición de pobreza. “Todos los paraguayos deberían sentir esa mejoría, principalmente aquellos más vulnerables”, comunicó durante su campaña política.

Sectores pobres de Paraguay.

Asimismo, asumirá con el desafío de crear medio millón de nuevos puestos de trabajo. “Crearemos 500.000 nuevos empleos para que mejore la situación de miles de familias paraguayas”, prometió Peña.

Además de la economía, el presidente electo también tendrá que alimentar a partir del 15 de agosto la unidad interna. “Va a ser un gran desafío poder lidiar con los parlamentarios colorados en una doble situación: sin autonomía propia y con una división entre Mario Abdo y Horacio Cartes”, determinó Pérez Talia. Por lo tanto, el mayor desafío empieza al día siguiente de su asunción como mandatario.

El partido Colorado, la sorprendente fuerza política

El partido Colorado fue fundado en 1887, denominado originalmente como la Asociación Nacional Republicana (ANR), se la conoce como el dinosaurio de la política latinoamericana por su antigüedad y trascendencia con el tiempo.

Mientras otros partidos tradicionales de la región se extinguen, los colorados aún ejercen la presidencia. Una clave en esta historia fue el régimen militar de Alfredo Stroessner, el general afiliado al partido que gobernó con mano de hierro el país entre 1954 y 1989.

Alfredo Stroessner.

Stroessner tomó el poder tras la guerra civil de 1947, cuando los colorados volvieron al gobierno que habían perdido décadas atrás y se desató una serie de conspiraciones y golpes de Estado urdidos por hombres del propio partido.

Durante su régimen de tres décadas y media, organizó cada cinco años elecciones fraudulentas, en las que arrasaba, con partidos de oposición prohibidos, miles de personas detenidas o torturadas, y cientos de desaparecidos.

3 de noviembre de 1912, nacimiento de Stroessner.

Debido a esta situación, los límites que separaban al partido del Estado se volvieron cada vez más difusos. El canje de empleos públicos por afiliaciones masivas de colorados pasó a ser la norma, así lo explican los expertos.

Pese a los abusos y la corrupción masiva del régimen militar, el partido Colorado logró mantenerse en el poder tras el derrocamiento de Stroessner en un golpe de Estado liderado en 1989 por su consuegro y mano derecha el general Andrés Rodríguez, también perteneciente al mismo partido.

Así se presentan los miembros del partido Colorado en redes.

Un dato curioso es que la pertenencia al partido es transmitida por las viejas generaciones de colorados a las más nuevas. Este fuerte sentimiento político lo comparan con la fidelidad familiar por algún club de fútbol en especial, una especie de fanatismo.

Por eso es tan extraño el coloradismo, no importa quién sea el candidato, no importa su currículum o lo que haya realizado en su vida. El voto de identidad se va a mover hacia ahí, sin ningún problema debido a esta fidelidad política. Así lo explicó Chamorro quien es historiador.

Chamorro quien es afiliado colorado también dice luchar para cambiar desde dentro esta fuerza política. Además, agregó que la compra de votos continúa hasta hoy, ya sea en zonas del interior rural del país o en barriadas populares sobre tierras inundables por el río Paraguay, en la periferia de Asunción. “Ahí van, te meten en un automóvil, te llevan a votar, votas y te dan plata”, señaló Chamorro. A estas declaraciones añadió. “Lo hacen todos los movimientos, pero el Partido Colorado es el que más plata mueve al tener la estructura del Estado”.

El Partido Colorado, la fuerza conservadora casi hegemónica que gobierna en Paraguay desde 1947 con algunas pequeñas interrupciones de por medio. Imponerse en las urnas es una especialidad de los colorados paraguayos debido que lo han hecho durante décadas. De hecho, la única vez que este partido perdió oficialmente unas presidenciales en los últimos 76 años fue cuando el exobispo Fernando Lugo resultó electo al frente de una coalición opositora, en 2008.

El gobierno del partido Liberal el cual encabezaba Lugo, no duró mucho. Él fue destituido cuatro años más tarde en un fulminante juicio político impulsado por el Partido Colorado, que recuperó el poder en las siguientes elecciones.

Tapa del diario abc color en el momento de la posible destitución de Fernando Lugo.

Los defensores del partido Colorado atribuyen ese éxito a la popularidad del partido y los logros de sus gobiernos. Sus críticos señalan que han ganado suprimiendo rivales en el pasado bajo un régimen militar, y con fraudes o mediante el uso del Estado para captar votos en democracia.

Banderas del partido Liberal y del partido Colorado.

Notas e informes: Sofía Cabrera

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