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miércoles, mayo 15, 2024

El mate “lavado”, una nueva fuente de energía

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Una posible nueva fuente de energía surge de nada más y nada menos que del mate que ya fue tomado. Los científicos descubrieron que genera carbones activados por lo que se espera que se pueda emplear para sustituir la energía fósil y genere empleos en el futuro.

La ingeniera Florencia Jerez y el proceso de la yerba para convertirse en carbón activo.

El objetivo de los científicos del Conicet es lograr darle un segundo uso a la yerba mate. Esta investigación está cada vez más cerca de culminar gracias a un nuevo descubrimiento. Se trata de utilizar el “mate lavado” como una nueva fuente de energía a través de los carbonos activados que puede generar. Florencia Jerez quien está al mando de la investigación en Madrid explica cómo funciona este procedimiento y qué se espera que se produzca en base a esto.

Se ha logrado un hallazgo por parte de investigadores del Conicet que abre una nueva posibilidad. Se trata de la elaboración de carbones activados a partir de los desechos que genera la yerba mate, de los cuales se espera que en un futuro sustituya importaciones y genere empleos-

En el año se descartan más de un millón de toneladas de yerba mate en Argentina, por lo tanto, se busca que en lugar de que terminen en el basurero sin ningún tipo de uso favorable, pueda utilizarse para generar carbones activados, este elemento es clave para el desarrollo de dispositivos de almacenamiento de energía y otras aplicaciones. Así lo afirmaron distintos investigadores argentinos en una publicación del Journal of Evironmental Management.

Este descubrimiento puede ser el inicio de una posible industria local de ensamblado de supercapacitores, los cuales son un recurso muy requerido para las nuevas tecnologías y principalmente dentro del sector energético. Esta propuesta sin dudas sienta el primer precedente a nivel mundial sobre la potencialidad tan grande de un desecho orgánico que es frecuente tanto en el país como en la región.

Más de un millón de toneladas de yerba son desechadas en el país.

“Pudimos demostrar que esa potencialidad es una oportunidad tanto para Argentina como para la región. Y abre las puertas para impulsar una industria que no se encuentra desarrollada y, eventualmente, sustituir importaciones y generar empleo local”, afirmó Florencia Jerez quien es ingeniera química y primera autora del trabajo que realiza mediante el desarrollo de su doctorado en el Centro de Investigaciones en Física e Ingeniería del Centro (Cificen-Conicet) en Olavarría.

En esta misma línea, Jerez que se encuentra en una instancia de investigación de tres meses en Madrid, añadió. “Las pruebas satisfactorias en el laboratorio nos permiten pensar en escalar a una planta piloto que en un futuro nos ayude a mostrarle a los inversores que es factible económicamente utilizar la yerba mate en la síntesis de carbones activados”.

Florencia Jerez investiga sobre los posibles usos de la yerba en Madrid.

Es notable que cada vez es mayor el uso de energías provenientes de fuentes renovables como la eólica, solar o la hidroeléctrica. Estas se utilizan con el objetivo de reemplazar el consumo de combustibles fósiles en los cuales se empezó a evidenciar la necesidad de contar con sistemas de almacenamiento que equilibren la demanda y el suministro que dificultan su consumo directo. También estas variables son esenciales para el funcionamiento y arranque mucho más eficiente de autos eléctricos, celulares, computadoras, entre otros dispositivos.

Energías renovables.

Uso de carbones activados

Los carbones activados son materiales con un elevado porcentaje de carbono en su composición, según los procesos diversos a los que se someten presentan más o menos poros en su superficie. Se emplean en baterías y supercapacitores que almacenan energía, pero también son utilizados en filtros de purificación como desintoxicantes en medicina. Su uso más común se da en la elaboración de jabones y cremas cosméticas.

La ingeniera química destacó dos maneras de valorizar la yerba mate: la primera surge a partir de los residuos que genera la industria yerbatera como el polvo, los palos y las hojas que quedan de descarte aproximadamente unas 140 toneladas anuales remanentes en los yerbales y 24 toneladas por año en los molinos. “Al hacer la infusión con agua se genera un extracto con un elevado contenido de polifenoles, cuyo poder reductor permite reemplazar los químicos sintéticos en la síntesis de óxidos metálicos”, explicó Jerez.

El proceso de la yerba cuando se convierte en carbón activado.

Por otra parte, en segundo lugar, la científica mencionó que toda la yerba mate que se produce y se descarta una vez consumida permitiría obtener excelentes carbones activados. Para lograr esto se debe someter a estos residuos a un proceso de carbonización en temperaturas elevadas y posteriormente activarla con un agente químico.

 “Este proceso permitiría tanto aprovechar un residuo ya existente como evitar la necesidad de plantar árboles para luego talarlos, con las consecuencias ambientales de ese procedimiento”, planteó Jerez, quien además resaltó que a nivel industrial se podría fomentar la instalación de la primera planta regional de ensamblado de supercapacitores con estos carbones activados provenientes de la yerba como un material activo.

Desde el punto de vista científico ya es posible utilizar la yerba mate para el almacenamiento de energía, pero para poder dar el gran paso a la producción industrial de esta gran posibilidad que se plantea, se debe brindar mucha más información acerca de cómo se comporta el proceso en una escala intermedia.

En tanto, Jerez desarrolló con seguridad. “Desde el sector industrial solicitan estimaciones de factibilidad técnica, económico-financiera y medioambiental para evaluar la posibilidad de invertir en la puesta en marcha de una fábrica de carbones activados. Luego de haber evaluado el proceso de síntesis utilizando no solo residuos de yerba mate, sino también de poda de olivo, bagazo de cerveza, rastrojo de trigo, tallos y hojas de cannabis, entre otros, nuestro equipo está super convencido de que esto es factible desde todos los aspectos”.

Desde el año pasado este grupo se encuentra enfocado fervientemente en lograr la financiación de una futura instalación de una planta piloto modular móvil. “Sabemos que esto es el futuro. Cuando consigamos poner a punto la planta piloto, la transferencia a la industria creemos que será muy rápida ya que el sector se encuentra interesado en reemplazar las importaciones por un producto made in Argentina”, concluyó la científica.

Informe y notas: Sofía Cabrera

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