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sábado, abril 27, 2024

Misiones supera el centenar de escuelas bilingües mbya guaraní

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Son escuelas y aulas satélites. Se enseña de manera inclusiva a niveles inicial, primario y secundario. Cuentan con Auxiliares Docentes Indígenas. En total, son 89 primarias y 20 secundarias. Pero hay más esperando la autorizació para funcionar

Juana Roxana Acosta es la directora de la escuela N 956 EIB Tape Arandú, ubicada en Colonia Delicia, departamento de Eldorado. “Comencé como maestra de grado, dependiente de una escuela común y hace cinco años se abrió como escuela EIB. Desde entonces contamos con 157 niños mbya guaraní”, relata.

La Educación Intercultural Bilingüe (EIB) es la modalidad que comprende el nivel inicial, primario y secundario. A través de ella se busca garantizar la educación de los pueblos nativos, y respetar e incorporar sus lenguas como parte los conocimientos y, sobre todo, valorar las prácticas culturales de sus pueblos.

La responsabilidad de Acosta como directiva va más allá de los límites de su institución pues tiene a cargo cuatro aulas satélites donde se forman niños de primero a séptimo grado.

Los Auxiliares docentes indígena (ADI)

La figura de los ADI es de suma importancia para los docentes, los alumnos y la comunidad. Ellos ofician como mediadores entre ambas culturas. En las rutinas escolares se añaden los saberes mbya guaraní y, de esta manera, los docentes se predisponen a aprender. “Las clases son como cualquier otra, la diferencia es que nosotros incorporamos a la cultura desde el saludo a la bandera, a través de los ADI, los rezos o las bendiciones de las comidas son en ambas lenguas. Aparte tienen sus horas especiales de cultura con los ADI”. Ellos capacitan en su lengua y cultura y el docente debe alfabetizar en castellano.

La directora ejecutiva del Instituto de Políticas Lingüísticas de Misiones, Liliam Sofía Prytz Nilsson, relata que la modalidad se conforma con escuelas núcleos y aulas satélites.  “En total son 114 instituciones:  89 primarias y 20 escuelas secundarias. Falta habilitar algunas de las que se han solicitado”.  Luego aclara que aún se está haciendo un relevamiento, pero que: “Hay un estimado de un total de cinco mil niños y jóvenes mbyá guaraní”.

 Cada comunidad puede realizar el pedido de la apertura de una escuela. El vínculo de pertenecía que se genera permite que se acepte al docente como parte del grupo y ellos deben estar predispuestos a aprender. “En la Junta de Clasificación y Disciplina existe un padrón para la modalidad intercultural bilingüe y uno de los requisitos es hablar la lengua o estar predispuesto a hablarla y trabajar en conjunto con las escuelas”.

La funcionaria recuerda que en los años 70 iniciaron los proyectos de apertura de esta modalidad de aprendizaje. “En Puerto Iguazú, en Perutí, en Fracrán, en distintos puntos de la provincia se apoyó al pueblo mbya guaraní”. Prytz Nilsson señala “El estado debe hacer consultas de buena fe antes de tomar medidas. Ellos designan a alguien de la comunidad como referente para la gestión de la escuela y es lo que se denomina el auxiliar docente indígena”. Estas personas suelen disponer de un ciclo de formación de dos años y se incorporan al sistema educativo. 

Misiones realizó, en el 2003, el reconocimiento de las escuelas interculturales como parte del estado provincial. En relación con ello cabe destacar que posteriormente se sancionó la Ley de Educación Nacional 26.206, del año 2006, que incorporó a la modalidad de Educación Intercultural Bilingüe como parte de la estructura nacional del sistema educativo. “Hay una organización nacional que se llama Consejo Educativo Autónomo de pueblos indígenas (CEAPI) y en ese consejo hay referentes de cada provincia.  Nuestra provincia tiene dos referentes en ese Consejo.  Y a nivel provincial hay una resolución ministerial que crea el Consejo Educativo Autónomo de Pueblos Indígenas del año 2013, que cuenta con diez miembros, ellos son docentes de comunidades de la provincia”, especifica Prytz Nilsson.

Educación y pandemia

Durante el periodo de pandemia, cada comunidad, decidió en forma conjunta cómo iban a realizar sus actividades. Acosta señala que en las cuatro aulas satélites que coordina se realizó un acompañamiento a los niños. “En la pandemia se trabajó con fotocopias y los cuadernillos que la provincia mandaba”.  En cada tarea debían estar incorporadas ambas lenguas: mbyá y castellano. Hay que entender que los niños llegan a la institución con su lengua madre y en ella aprenden otro idioma, con todo lo que ello implica.  Luego especifica: “Primeramente, los maestros me mandaban por whatsapp las actividades y yo imprimía y me iba a las comunidades y repartía, les explicaba a los niños y luego me iba a buscar la tarea y la llevaba a los colegas para que puedan corregirlas”.

La directora relata que cada texto debe ser elegido y trabajado respetando la cosmovisión guaraní “El material didáctico se baja del diseño curricular y lo vamos articulando con la lengua. Se trabaja con la cultura. Por ejemplo, se hace ajedrez o bingo. También el kapichuá”. De esas adaptaciones aclara que en la versión guaraní el ajedrez. “Se trata de  un gran tigre que se come a varios zorros”. Acosta cuenta que siempre se busca que las clases sean prácticas y relacionen lo conocido con lo que se desea aprender. Hay que pensar una didáctica en proceso que trabaje con lo sensorial y lo grupal.

El “ajedrez” guaraní, donde un yaguareté se come a los zorros

Ella resalta la figura de los caciques y de los auxiliares, así como de cada uno de los padres que envían a sus niños a la escuela. “Creo que es muy importante que esté la comunidad en la escuela. Es un trabajo muy hermoso. Trabajamos con los caciques y cuando se articula la comunidad y la escuela el resultado es muy grato. Se articulan ambas lenguas y se forma un gran equipo”.

Nota final: se han acompañado videos musicales realizados por Karoso Zuetta y Nerina Bader quienes han estado realizando una tarea de recuperación de los sonidos Mbyá durante años.

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