Una inflación cercana al 100 por ciento en 2022 cierra un año donde los precios no tuvieron (casi) freno. El único intento es el que está vigente: el ministro Sergio Massa lanzó Precios justos y morigeró el impacto. Igual: es la cuarta más alta del mundo y ya casi no se puede discutir que imprimir sin respaldo origina suba de precios
Siempre habrá algún estudioso que quiera sostener que la inflación NO es un fenómeno monetario y que imprimir billetes como se fabrican bolsitas para guardar las compras del súper no tiene efecto en la suba generalizada de precios (eso es, básicamente, inflación). Las personas más grandes en el país ya saben de qué se trata: desde el Rodrigazo en 1975 las crisis fueron sucesivas. Luego vino en 1992 un tal Domingo Cavallo. Astringencia total. O sea, no imprimir nada. Y claro, la inflación bajó. Tanto que al final del gobierno menemista ¡había deflación! Eso funcionó tan efectivo como aquella persona que tenía su casa infestada de alimañas (ratas y cucarachas). Vino el exterminador y prendió fuego la casa. Es claro: las alimañas desaparecieron. Lástima el costo. Acá es lo mismo. Y en los primeros años del nuevo siglo Roberto Lavagna logró una administración que buscó equilibrar el crecimiento económico con la (no) suba de precios. Con Eduardo Duhalde de presidente y luego con Néstor Kirchner los primeros años fueron 3%, 6% y finalmente 12%. En ese punto, Lavagna le dijo a Néstor: “Tenemos que aplicar un poco de disciplina financiera para domar este monstruo que crece”. Qué hizo Néstor? Lo echó a Lavagna.
Y así llegamos al día de hoy.
Argentina registró en 2022 la cuarta inflación más alta del mundo después de Venezuela, Zimbabue y El Líbano. Con la confirmación del dato de diciembre del índice de precios al consumidor del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), que arrojó una suba del 5,1% (nivel nacional) en el mes y del 94,8% en el año, se confirmó que el país ocupó ese lugar entre los países con mayor incremento de precios.
En Misiones, el Gobierno salió a morigerar los efectos de esta política nacional con una estrategia de venta en cuotas con tarjeta de crédito que incluye el Plan 12 cuotas sin interés y reintegros de hasta 40%. Así se constituye en un ejemplo para el país
El ministro Sergio Massa reconoció que el resultado estuvo lejos de ser el ideal pero se continúa con el camino descendente y -escatológicamente- exhortó: “ojalá todos tengamos los huevos bien puestos en Argentina para enfrentar la inflación”. Sí, los huevos también subieron mucho los últimos tiempos.
El número conocido del 5,1% mensual en diciembre marca un aspecto positivo a favor del ministro y por otra parte un aspecto negativo.
El domingo pasado el ministro en un reportaje en el diario Perfil manifestó que “de acuerdo a las proyecciones de la secretaría de Programación Económica el número de inflación mensual de diciembre empezaría con 4”.
Y en el Nea, acertó: en diciembre, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de la región del NEA registró un incremento de 4,8%; así, la trayectoria interanual de este indicador se ubicó en 96,0%, el valor máximo desde el inicio de la serie de medición regional.
Este es el cuadro de inflación en la Región Nordeste de Argentina (NEA)
Se destacan en diciembre las subas de tres sectores muy claros: Restaurantes y hoteles (7,4%) Recreación y cultura (6,5) y Bebidas alcohólicas (7%).
Está clarito por dónde vino la suba (ver cuadro). Pero no son los sectores que durante el año subieron más.
Vestimentas y calzados (115%) y Vivienda, agua, electricidad (111,8%) fueron los que más se incrementaron en el año.
Aunque Restaurantes y hoteles fue el otro rubro que superó la fatídica línea de los tres dígitos con 104,9% anual.
Los siete puntos a destacar de esta realidad que duele en los bolsillos de la gente son:
⦁ El dato de inflación del IPC de diciembre del año pasado marca el valor anual más alto desde el 84,5 % de 1991 un año después del 1300 % registrado en la hiperinflación de 1990.
⦁ La suba anualizada supera la que hasta ayer era la más alta desde ese año. Fue la registrada en 2019 en el gobierno de Mauricio Macri con el 53% y había sido la mayor hasta ese año pero el gobierno de Alberto Fernández logró superar ese récord.
⦁ En términos de resultados acumulados anualizados con el número de diciembre el gobierno de Alberto Fernández alcanzó un 300% de inflación desde que asumió en diciembre del 2019. Esta es la cifra más alta acumulada en tres años de mandato desde la primera presidencia de Carlos Menem entre 1989 y 1994.
⦁ En estos tres años de mandato este gobierno la variación de precios acumulada llegó al 300% y supera a la acumulada en los cuatro años del gobierno de Mauricio Macri entre 2015 y 2019 que fue del 296% y a la del segundo mandato de Cristina Fernández donde la suba acumulada de la inflación entre 2011 y 2015 llegó al 178%.
⦁ Lo preocupante es que si la inflación llega al 100% este año como proyectan la mayoría de las consultoras privadas y bancos es factible que en cuatro años este gobierno acumule una inflación superior a la suma de la inflación del segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner y del de Mauricio Macri.
⦁ El dato que generó más preocupación desde ayer se fundamenta en el número mensual de aumento del rubro Alimentos y Bebidas que a pesar de tener varios de sus productos dentro de los programas de Precios Cuidados y de Precios Justos aumentó un 4.7 % mensual en diciembre pasado. Se nota una diferencia muy importante entre los precios de los alimentos en los supermercados donde funcionan Precios Cuidados y Precios Justos y el resto de los comercios minoristas como mercados de cercanía y autoservicios o almacenes a donde esos programas no llegan.
⦁ Otra de las preocupaciones de los analistas fue que en dos rubros los aumentos anuales superaron los tres dígitos. El rubro que más subió fue Prendas de Vestir y Calzados con un aumento del 120,8 % y en segundo lugar Restaurantes y Hoteles que aumentó el 108,8% (algo parecido a lo descripto para el Nea, ver cuadro).
Alguna vez se verá si las autoridades nacionales siguen pensando que emitir (sin respaldo) no genera inflación, tal como lo sostiene el profesor universitario y gobernador Kiciloff.
Una teoría no necesariamente monetaria sostiene que la emisión de dinero se hace cuando la economía crece (aumenta el PBI). O sea, para permitir que esa mayor cantidad de bienes y servicios puedan moverse en una sociedad dada. Es más bien, sentido común.
Ahora, cuando se emite y no se ha tenido una economía que crece es natural que los precios tratarán de alcanzar a los bienes y servicios.