Lo hizo en su mensaje del 1 de marzo en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso. Fue en la Cámara de Diputados donde anunció un nuevo paquete: Elimina las jubilaciones de privilegio (un ex presidente aunque estuvo un sólo día, puede acceder a la misma), va contra los sindicatos y pide que los gobernadores viajen en vuelos de línea (como él) y no en los aviones sanitarios de la provincia. Y los invita a pactar. Por ahora, nueve sí y uno no.
Durante más de una hora, la noche del viernes 1 de marzo de 2024, Javier Milei leyó su discurso de apertura a las sesiones del Parlamento argentino desde el recinto de la Cámara de Diputados. Más allá del diagnóstico económico, donde repasó tópicos ya conocidos (que “seis de cada diez argentinos son pobres”, que el “salario promedio es de 300 dólares” y que todo es producto de una herencia brutal”), el eje central del discurso del Presidente fue la política, donde más debilidades tiene y lo sabe.
Con ese discurso, aferrado a su estilo y acompañado por los vítores y griterío furioso que provenía desde las gradas de los hermosos balcones del recinto y gritaban “viva la libertad” o le espetaban a los legisladores que “ahora van a tener que laburar”, el Presidente salió a mostrar fortaleza y a desafiar a la dirigencia política.
Pero las críticas que les dedicó a distintos dirigentes, entre alusiones (como en el caso del ex gobernador radical Gerardo Morales, cuestionado por la detención de gente que tuiteó sobre su vida personal) y menciones directas (para Máximo Kirchner, Roberto Baradel, Juan Grabois y la izquierda) fueron lo de menos en comparación con el anuncio del Pacto de Mayo. Ese fue el verdadero desafío. Una invitación envenenada, como señalan algunos observadores.
En el recinto los únicos aplausos en todo momento provinieron, además de la militancia (en una situación que recordó mucho a la que se veía cuando la ex presidenta Cristina Kirchner hablaba ante el Congreso), de la pequeña bancada de La Libertad Avanza y parte del PRO, ni siquiera todo ese bloque. La oposición dialoguista que encarnan la UCR, Hacemos Coalición Federal y bloques provinciales no batieron palmas en ningún momento, como señaló acertadamente en iProfesional Pablo Sieira.
Lejos de achicarse por la caída de la Ley Ómnibus, el presidente Javier Milei anunció en su discurso de inauguración de las sesiones ordinarias un nuevo paquete de leyes “anti casta” que enviará al Congreso. Como ya habían anticipado las fuentes allegadas al Gobierno, se trata de una nueva versión de la Ley Ómnibus, pero dividida en secciones y con agregados.
Chau jubilaciones de privilegio
Ya se sabe: alguien es funcionario aunque sea por unas pocas horas, juran ante Dios y la Constitución, al otro día se va o lo echan o renuncia y el lunes siguiente se presenta ante Anses a pedir por su jubilación. Aunque ¡tenga 45 años y le falten 20 para finalizar su vida útil de trabajador!
¿Cómo se logra este milagro? Sencillo: las arcas generosas (a pura impresión de billetes) de Anses le entregarán la jubilación por anticipado (no cumplirá ni con el dinero ni con los años de aportes, ni con la edad mínima: 60 mujeres, 65 varones- pero eso no importa) y le irá descontando DEL PROPIO HABER (que ya cobra) los aportes que faltan (en años y en cantidad de fondos). Una maravilla, vea. Una ingeniería financiera digna de un mago de las matemáticas.
Bueno: eso no va más para lo que se viene. Se supone que los que ya están no podrán perder el beneficio. Pero el mismísimo Milei ya no podrá recurrir a ese gambito al final de su mandato.
Y eso no fue todo: Además de eliminar las jubilaciones de privilegio presidente y vicepresidente, hay otras:
- Elecciones obligatorias para elegir las autoridades de los sindicatos, a través de elecciones periódicas libres y supervisadas por la justicia electoral, que limitará los mandatos a cuatro años con una reelección posible.
- Los convenios colectivos de las empresas primarán sobre los convenios colectivos del sector: “Vamos a terminar de imponerle a la gente las condiciones laborales que define atrás de un escritorio un señor que no trabaja hace 30 años”.
- Prohibición de presentarse como candidatos a elecciones nacionales a quienes estén imputados por corrupción en segunda instancia.
- Todo exfuncionario público con condena firme por delitos de corrupción, perderá los beneficios de funcionario.
- Se les descontarán la jornada de sueldo a los trabajadores estatales que no vayan a trabajar por motivo de paro.
- Eliminación del financiamiento público de los partidos políticos: “Deberán financiarse con aportes voluntarios o afiliados propios”.
- Proyecto de ley para penalizar por ley a los funcionarios que aprueben un presupuesto que contemple financiar déficit fiscal con emisión monetaria “para terminar con esta práctica insostenible y criminal”. El proyecto será para que esté la altura de un delito de lesa humanidad
- Además confirmó el cierre de la agencia de noticias Télam que tiene más de siete décadas.
Y luego viene el Pacto
Milei incluyó en los diez ejes varios de los temas que incluyó en aquel paquete frustrado y en el DNU que se encuentra en buena parte frenado por la Justicia. Escritos en un tipo de cursiva específico y volcados en un documento formato antiguo, rezan: “La inviolabilidad de la propiedad privada; el equilibrio fiscal innegociable; la reducción del gasto público a niveles históricos, en torno al 25 por ciento del PBI; una reforma tributaria que reduzca la presión impositiva, simplifique la vida de los argentinos, y promueva el comercio; la discusión de la coparticipación federal de impuestos para terminar para siempre con el modelo extorsivo actual; una reforma laboral moderna que promueva el trabajo formal; una reforma previsional que le dé sustentabilidad al sistema, respete a quienes aportaron y permita, a quienes prefieran, suscribirse a un sistema privado de jubilación; una reforma política y la apertura al comercio internacional, de manera que la Argentina vuelva a ser una protagonista del mercado global”
La particularidad es que para concretar el denominado “Pacto de Mayo”, el mandatario nacional exige a los gobernadores, primero la aprobación de la “Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos” y un nuevo Pacto Fiscal. Es decir, de esta manera el gobierno libertario pretende recuperar la ley ómnibus cuyo tratamiento volvió muchos dicen, por impericias, tras haberse aprobado la normativa en general.
Y después, la invitación a pactar
La aceptación de los primeros gobernadores es, según deslizan en el Congreso, un primer reflejo para no verse inmediatamente presionados, pero todos saben que habrá conversaciones más detalladas en las semanas por venir.
Según se van sumando, ya aparecen nueve gobernadores de los 24 distritos que existen en el país y que están dispuestos a sumarse al Pacto.
“Córdoba acepta la convocatoria a los acuerdos y consensos. Argentina necesita una agenda de diálogo no solo desde el arco político sino extendiendo el llamado a todos los sectores, a los productivos y los del trabajo, y discutir un plan socioproductivo que saque al país adelante”, posteó Llaryora en las últimas horas en su cuenta de la plataforma X.
El gobernador de Chaco, Leandro Zdero, sumó su apoyo a la convocatoria a firmar el Pacto de Mayo y dijo que el rumbo es “la austeridad y el diálogo”.
Llaryora y Zdero se agregaron así al apoyo ya expresado por otros gobernadores como el de Santa Fe, Maximiliano Pullaro; de Tucumán, Osvaldo Jaldo; de Entre Ríos, Rogelio Frigerio; de San Juan, Marcelo Orrego; de Chubut, Ignacio Torres; de Mendoza, Alfredo Cornejo y el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri.
El propio gobernador Hugo Passalacqua de Misiones también parece haber dado un “cabeceo” afirmativo a la propuesta.
Así, en su cuenta de Twitter el mandatario (que estuvo presente y se lo vio con traje, corbata y anteojos junto a otros colegas de diversas jurisdicciones del país) señaló que siempre apoyará los grandes acuerdos nacionales que por la vía del consenso, el diálogo y el federalismo “traigan paz y bienestar a los argentinos, en especial al querido pueblo misionero”.
Pero algunos ya rechazaron el mismo.
Menos de 24 horas después del discurso del Presidente uno de los 24 gobernadores convocados a firmar el Pacto del 25 de Mayo ya rechazó públicamente la invitación. Se trata de Sergio Ziliotto de La Pampa, quien el sábado 2 fue el primero en expresarse en contra de la iniciativa.
Su mensaje fue contundente: “Nunca será posible”, dijo el dirigente pampeano sobre el nuevo contrato social anunciado por el jefe de Estado, el cual tiene el objetivo de acordar 10 políticas públicas para instaurar un nuevo orden político y económico en Argentina.
“Siempre vamos a dialogar. El diálogo es la base de la política. Pero el diálogo se construye a partir del respeto. Y los acuerdos devienen del consenso, no de la imposición. No se construyen consensos pretendiendo poner de rodillas al otro, agrediéndolo y quitándole lo que le pertenece y debe defender”, se lee al comienzo de la publicación de Ziliotto.
Su extenso posteo continúa: “Para este Gobernador, nunca será posible un acuerdo si antes no se respeta la Constitución Nacional y, a partir de sus máximos postulados, la división de poderes y el Federalismo. Tengo la responsabilidad de gobernar y defender La Pampa. Ningún acuerdo me llevará a resignar ningún derecho de las y los pampeanos”.
