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sábado, julio 27, 2024

Acusan a supermercados de no trasladar la totalidad de la baja de precios a las góndolas

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Proveedores, mayoristas e industria están entregando con menores valores su mercadería. Pero eso -luego- no se ve reflejado en las góndolas. Señalan que las grandes superficies comerciales se están quedando con una diferencia que debería ir al público

En las últimas jornadas volvió a reeditarse la pelea entre las grandes superficies comerciales (supermercados, hipermercados y grandes cadenas) y la industria de la alimentación. Esta última junto con los proveedores mayoristas y distribuidores están entregando productos con menores precios pero -acusan- que luego esas rebajas no se ven reflejadas en las góndolas, señaló un informe de Claudio Zlotnik de iProfesional.

Por eso llamó la atención de que el Gobierno decidiera la apertura y mejora de condiciones para la importación de productos alimenticios bajo el supuesto de que era la industria la que aumentaba sin justificación. El lector desprevenido podrá decir que esto es opinión. Pero no. Resulta que desde hace dos meses el índice de precios mayoristas es mucho menor que el minorista.

Hay caída de precios, promos, beneficios, ofertas y liquidación de existencias: todo porque se vende menos

Este último es el que determina lo que se llama “inflación” y se saca de los relevamientos en góndolas de grandes superficies comerciales. Y los valores mayoristas -tal como su nombre lo indicia- proviene del valor que tienen las mercaderías a salida del circuito de distribuidores, mayoristas y la misma industria. Por ende, si el mayorista bajó mucho más que el minorista es evidente que alguien se estaba quedando con la diferencia. Y que -sea nacional o importado- lo más probable es que los valores en góndola no terminen por bajar como especula el equipo económico nacional.

Como señala Zlotnik, el origen de la disputa tiene que ver con la fuerte caída en las ventas de los comercios, ya sea en las grandes cadenas como en los más pequeños negocios de cercanía (autoservicios barriales y los famosos chinos).

Por la disparada de la inflación, los ingresos de los consumidores perdieron poder de compra y eso se tradujo en una merma indisimulable de las ventas. Dan cuenta de ello tanto las cifras oficiales como las que divulgan las cámaras empresarias, como la CAME, y las consultoras especializadas.

La inflación mayorista (precio a salida de industria y de distribuidores) es mucho menor que la minorista (precio a nivel de góndola)

Ante esa caída, la primera reacción de los fabricantes y los supermercados fue el lanzamiento de agresivas campañas de promociones.

En ese momento, el ministro de Economía Luis Caputo se enojó con los industriales y los comerciantes: reclamó que, en lugar de hacer promos y lanzaran ofertas tipo 2×1 o 70% de ahorro en la segunda unidad comprada, etc, los empresarios bajaran directamente los precios por unidad.

Fue lo que vino sucediendo en las últimas semanas. Las promociones, puntuales, ya se encuentran en la compra por unidad. Y no tanto en las que se limitan a la compra de dos o tres productos al mismo tiempo.

La clave de lo que sucede ahora se desató justo antes del inicio de mayo, cuando algunas de las grandes alimenticias enviaron a sus clientes las nuevas listas de precios.

Ejemplos de deflación

La movida incluye a varias de las grandes empresas alimenticias. También a la industria de las bebidas.

Para tener una idea: en el caso de los fideos, hay rebajas en los precios de hasta 12%.

En los arroces, del 10% promedio. La misma magnitud se nota en algunas primeras y segundas marcas de harinas.

Los lácteos -con su líder La Serenísima- se resisten a bajar los precios

En el mercado de los aceites, una de las empresas más grandes -Bunge- decidió retrotraer los valores a enero último, algunos días después de la devaluación.

La nota de iProfesional señaló que la cuestión es que algunas grandes cadenas se resisten a bajar los precios en la misma proporción que los fabricantes. Se niegan a copiar la misma secuencia.

“No bajamos todo lo que recibimos más barato porque tenemos stock de antes comprado más caro y sin vender”, dicen comerciantes

Qué dicen los comerciantes y dueños de grandes superficies comerciales: “Sabe qué pasa: todavía tenemos productos comprados a precios mucho más altos y al ponerlos a la venta no podemos trasladar las rebajas que ahora nos llegan en las nuevas partidas”.

La deflación avanza, a puro empujón causado por la caída de la demanda. Como en los viejos manuales de Economía, a menor demanda, cae el precio de los productos. Habrá que ver cuál es el índice para mayo.

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