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viernes, abril 19, 2024

Un Ménage à Trois en clave (norte) americana

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¿Quiénes son? Él, el más conocido, es el presidente de la nación más poderosa de la tierra. Donald Trump. Acostumbrado por las buenas o por las malas a que se haga su voluntad. Ella, una rubia norteamericana de mediana edad que asesoró a ese mismo Presidente en todo su mandato y aun cuando fue la carrera electoral a la que ayudó a ganar. Se llama Kellyanne Conway. Y el tercero, el menos conocido, un abogado neoyorquino que apoyó a Trump, se alejó, lo fustiga y… es el esposo de Kellyanne

No hubiera sabido nada de este tema de no ser por una columna escrita por el periodista John Carlin a fines de agosto de 2020

Según este escocés que vive en España y ama a Messi, si hubiera una “Modern family” verdadera esa sería la que integrarían Kellyanne y George Conway en conjunto con Donald Trump.

¿Por qué?

Matrimonio de veinte años. Kellyanne y George Conway (foto Joshua Roberts – Reuters)

Porque la pareja (muy católica de por sí) apoyó enfáticamente a Trump para ser el ganador de las elecciones de 2016. Tanto, que ella terminó no sólo siendo una vital counseler durante los debates entre Trump y Hilary Clinton, sino que continuó como asesora en temas de prensa y comunicación con los medios para el presidente republicano.

Y aunque esto último parezca Perogrullo, decir “continuó como asesora” implica agregar: fue una de las escasísimas personas que no fue eyectada del aura de Trump. La mayoría de los que llegaron con el actual mandatario a la Casa Blanca fueron expulsados de ella o renunciaron en medio de sórdidas disputas cargadas de resentimiento. Es más, hay que tener en cuenta que George Conway ya pasó a formar parte del grupo Votantes Republicanos Contra Trump,y que apoyan a Biden (RVAT)

Donald Trump y Kellyanne Conway. Ella asesoró a él en los debates y terminó ganando.

El detalle que le agregó pimienta a la historia de este ‘Ménage à Trois’ en clave norteamericana es que mientras ella se posicionaba como una de las voces más requeridas por el Presidente, el esposo de ella se alejaba de abruptamente de Trump y le “entraba a dar” como en la guerra.

 Esta dualidad no habrá sido fácil de sobrellevar para esta mujer de unos 50 años que se muestra impecable, que es inteligente y que además tiene cuatro hijos, nada menos, todos en la adolescencia o pre-adolescencia.

Hay que decirlo todo: él, el esposo no se ha mantenido tan en forma como ella, que luce un cuerpazo de una mujer de 35 cuando está 20 años arriba. Se nota que el hombre no esquiva las comidas ni se mata en el gimnasio y refrenda todo con uno de esos whiskies o el famoso bourbon norteamericano.

Impecable. Con sus trajes de confección, make up y zapatos caros. (foto: Vanity fair)

Las suposiciones de John

En ese punto es que Carlin se animó a preguntarse cómo es que ella había aguantado a un líder como Trump. Y cómo hizo para soportar la tensión suscitada entre el hombre más poderoso del mundo y su esposo que fustiga a dicho hombre.

“Se supone que Kellyanne y George se aman, ya que increíblemente siguen juntos. En cuanto al odio entre George y Donald no hay nada que suponer. Ahí está, a flor de piel”.

Para Carlin, Conway es un abogado republicano que se dio vuelta y crítica en forma muy rebelde contra Trump. Tanto que fue capaz de apoyar al candidato demócrata Joe Biden.

Y no se quedó ahí. George fue hasta el hueso: “Decenas de miles –exageró- de profesionales de la salud mental han advertido durante años que Trump no está capacitado para ser presidente, ya que se trata de un narcisista extremo; un mentiroso que carece de empatía y desprecia las reglas, las leyes, los hechos, la verdad”.

Así no más es, dijo el misionero.

¿Qué hizo Donald Trump? ¿Se quedó callado? No está en su naturaleza, amigos.

Por la red favorita de los políticos (Twitter), escribió: “George es un absoluto perdedor y un esposo infernal”.

Twitter fue el campo de batalla donde los misiles entre Conway y Trump se cruzaron.

Pero más interesante fue la participación de ella, la dama. ¿Qué dijo? ¿A quién defendió?

¡A Donald, amigos!

“George no es un psiquiatra (para evaluar la salud mental del Presidente, se sobreentendía) y que el mandatario no debería verse obligado a responder a un no profesional de la medicina que lo acusa de tener un problema mental”.

Ella, en principio, se puso del lado del “Boss” y dijo que su esposo no era psiquiatra.

Las preguntas del final y la respuesta de ella

Está claro. El melodrama perfecto. Como en las series. House of cards, Scandal, The west wing, Borgen… un poroto al lado de este dramático momento.

“Lo que yo me muero por saber –sostenía Carlin- es qué se dijeron George y Kellyanne cuando se vieron esa noche para cenar, cuando se metieron en la cama, cuando desayunaron la mañana siguiente antes de salir a sus respectivos trabajos”.

Y no es solo cuestión de morbo, agregó, por las dudas.

“La historia de esta pareja tiene que contener lecciones universales, debe ofrecer parte importante de la respuesta a una de las grandes cuestiones de la historia de la humanidad: ¿Cómo lograr que el amor perdure?”.

Típicamente neoyorquinos y beisbolistas. La pareja Conway y sus cuatro hijos (Foto: Twitter)

Y agregaba una serie de preguntas más: “¿Qué es lo que une a George y Kellyanne? ¿Una pasión épica? ¿Un enorme cinismo o sentido del humor? ¿Un sadomasoquismo extremo?”

Y ahí mismo lanzaba algunas teorías: que ella era una trabajadora imprescindible, que sabía cosas acerca de él, que eran amantes.

La respuesta llegó casi de inmediato.

A fines de agosto, Kellyanne Conway, la atractiva y muy inteligente rubia asesora del Presidente Trump en cuestiones de marketing electoral (una especie de Durán Barba, pero más linda) anunciaba que dejaba su cargo en la administración Trump porque “debía dedicarse a sus cuatro hijos” (todos en torno de la adolescencia) para que en su familia hubiera “menos drama y más mamá” (textual).

Fin de la historia. Ella decide dar un paso al costado de su líder para apoyar su familia (Captura)

La explicación agregaba que las clases on line necesitaban el apoyo de padres para los cuatro hijos. Así, la pregunta de Carlin quedaba de alguna manera contestada.

Días después de renunciar, Kellyanne y sus cuatro hijos de vacaciones (foto: Twitter)

Parecería el final de esta historia.

Tal vez. O quizá queden nuevas preguntas, las que Carlin no pudo llegar a concretar porque mientras él escribía su famosa columna, Kellyanne armaba sus bártulos para dejar la Casa Blanca.

¿Se fue por problemas matrimoniales?

¿No aguantaba más ese doble rol de esposa/madre por un lado y de asesora del Presidente, por el otro?

¿Supone que lo que se viene para Trump no es halagüeño y decide levantar campamento (su olfato para detectar ganadores hasta ahora no había fallado)?

¿Seguirá junto a George Conway (en la foto en Wyoming más arriba sólo aparecen sus hijos)?

El nuevo capítulo de los Conway tal vez no esté escrito y quizá muchos no lo puedan conocer porque estamos hablando de dos personas que ya no son públicas. O tal vez, sí. Habrá que esperar…

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