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viernes, abril 19, 2024

Gisy: la reina que volvió de la oscuridad

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Mirta Gisela “Gisy” Schmidt es de Alem. Fue electa reina de los estudiantes en Jujuy en 1977. Poco tiempo después cayó en coma profundo. Los médicos la dieron por muerta pero ella resistió y pudo regresar. “La fe en Dios y la oración de todos me salvaron la vida”, dice mientras trata de devolver algo de lo mucho que recibió en vida

En la norteña provincia de Jujuy se realiza la Fiesta Nacional de los Estudiantes. Misiones ya tiene varias candidatas que fueron coronadas en distintas ocasiones.

Pero la historia más dramática, definitivamente, es la de Mirta Gisela “Gisy” Schmidt, oriunda de Leandro Alem quien tras ser electa vivió una historia desgarradora que aún hoy recuerda con precisión.

Es 2017. De Jujuy la llaman. Es del sitio “Jujuy le han puesto de nombre”. Ella merece aparecer en la página de Facebook que poseen. Agradecen a su hijo Emanuel por el contacto. Se están cumpliendo 40 años de su elección como reina nacional de los Estudiantes.

“Soy Mirta Gisela Schmidt de Nicolau.  En este 2017 se cumplieron 40 años de mi elección de reina nacional de los Estudiantes. Fue un momento mágico, único… para una chica de 17 años que al poco tiempo se vio sumida en una enfermedad inexplicable”.

¿A qué se refiere “Guisy”? Ella cayó en un coma profundo; hoy se lo describe como Coma Cuatro. “Parecía que iba a ser irreversible (de hecho, muchas veces las entidades vinculadas a la ablación sugieren a los familiares hacer la donación de órganos).Y que no había esperanzas de volver a la vida”.

Y sin embargo, contra toda esperanza, Gisy está aquí.

La historia tenía visos novelescos desde el inicio.

Ella participó en la elección de reina de Alem ¡y salió primera princesa!

No podía ir a Posadas para representar a su localidad. Los chicos de su colegio que habían hecho una carroza espectacular (usaba dos acoplados) le dijeron que irían pero representando a otra localidad, y listo.

Jorge Balanda ya era un joven periodista que hacía sus primeras armas. Y así la recuerda. “Tuve la satisfacción de verla llegar a Posadas. Su sonrisa nos ganó a todos. Así fue (electa) reina y así al llegar a Jujuy, también fue coronada allá”.

Claro que ella no se sentía cómoda con esa situación ya que la reina de Alem era otra.

“Era una chica del interior, tenía timidez. Tenía 17 años. Y cuando el Gobernador me dice que pase a participar de la elección, me largué a llorar. ‘¿qué le pasa mi hija?’, me preguntó. Y le aclaré que no era reina sino princesa. Y él me dijo: ‘No importa, por órdenes mías, usted participa igual de la elección y se acabó”.

Y Gisy salió electa reina provincial de los Estudiantes. Tenía que ir a la elección nacional en Jujuy.

Siempre en el corazón de la gente

“Simplemente hermosa y bella en todo su ser. Yo tenía nueve años cuando fuiste elegida y todavía lo recuerdo hoy a ese momento”, memora Victoria Papalardo de San Pedro, Jujuy.

Gisy tiene magníficos recuerdos de la gente linda y buena de Jujuy. “Hay mucha gente hermosa. Allá hay mucha variedad. En eso, es parecido a Misiones”.

Mónica Carrizo es otra que se acuerda de esos momentos increíbles en Jujuy. “Mi abuela sin conocerla ya decía: Ella será la reina. Y no había transmisión de la elección por TV así que la seguíamos por radio. Y la abuela: ‘ella será la reina de los estudiantes y quedará marcada para siempre en Jujuy”. Y así fue nomás.

Sigue rememorando esos momentos mágicos. “Alguna huella habré dejado: cuando fui a entregar el título 1978, me impusieron el título de la reina del Cariño y la Dulzura. Hasta el día de hoy me recuerdan. Y haber dejado una buena imagen no solo mía sino de la provincia de donde provengo”.

Comienza el drama

Después de volver de Jujuy estaba invitada a la cena de doce jóvenes del año. Querían contratarme como modelo publicitaria de ATC el canal que estaba por empezar a salir.

“Volví a Misiones, estaba en el colegio (El instituto comercial “Espíritu Santo”) y pedí retirarme porque me sentía mal. Esa tarde me dormí y no me desperté más. Tenía que ir a la Fiesta de Cerveza. Me habían agasajado la noche anterior y le dije a mi mamá: Me duele la cabeza”.

Yo me sumí en un coma cuatro o coma profundo irreversible por dos meses. Al final, los médicos decían que las posibilidades de sobrevivencia eran del 1 por ciento. Puede que haya sido de origen viral, pero no hay certezas.

Mientras buscaban un virus la mantenían con vida con un respirador.

En la película Hable con ella, del español Pedro Almodóvar, un médico le sugiere a una persona que visita a su ser querido en coma lo que dice el título. “Háblele, cántele, rece. Pásele música. Ellos sienten…”

Y Gisy -que estuvo ahí en la cama, padeciendo- puede dar fe que es así.

“En coma cuatro, igual se percibe casi todo. Yo sentía, sufría el frío, tenía la sed, padecía el dolor. Sentía a los médicos parados a mi lado que hablaban entre ellos y decían que me iba a morir. Y quería gritar y decirles que no me quería morir”.

Primero Alem; luego Posadas y finalmente sus padres la trasladan a Hospital Muñiz de Buenos Aires.

“Sí, ellos, Nestor Adolfo Schmidt y María Dieminger estaban conmigo. Mis hermanas habían quedado en Alem. Y yo los sentía. No los dejaban entrar más de diez minutos”.

Es lo habitual en las personas de Terapia Intensiva en coma profundo.

“Una vez entró mi mamá con su hermana. Y mi tía comenzó recitar el Padrenuestro… Y yo comencé a rezar con ella”, es parte del recuerdo de Gisy.

Fueron dos meses terribles.

“Entraba en una oscuridad muy profunda. Previo a volver del coma, llegué a partir… llegué a morir. Estaba ante una luz incomprensible.  Pero escuché una voz que decía: “Mi propósito con tu vida no ha terminado”.
En ese mismo instante, los médicos avisaban a mis padres que yo ya no estaba en esta vida.

Un sacerdote católico enviado desde Misiones estaba en la clínica. El cura salió a preguntar si no había un pastor evangélico para orar entre todos. Mi mamá recordó que empezaron a rezar y había una luz muy intensa en la zona de Terapia Intensiva.

Todo tenía un dramatismo único.

“Hay que llevar ese cuerpo”, insistían los médicos del Muñiz. “Esta paciente ya no vive”.

Y sin embargo, el milagro (¿se le puede llamar de otra manera?) ocurrió

“Pero ese cuerpito volvió a la vida. Mis primeras palabras fueron ‘Padre Nuestro que estás en el cielo…’ y ahí quedé callada”.

Volver a la vida con la fe a cuestas

Claro, una cosa era volver y otra ver el estado en que Gisy se encontraba.

“Mi estado era lamentable: tan triste, tan mal, inválida, dura, postrada, sin proferir palabras, como que se habían quemado mis neuronas. Y mi cuerpo no respondía”.

Y otra vez, los médicos no traían buenas señales: Advertían que yo iba a ser apenas un despojo humano.

Vinieron varios religiosos entre católicos y evangélicos. “Uno de ellos puso sus manos en mi cabeza y otro lo apoyó en mi hombro. Y yo ahí, con mi boca que babeaba, toda torcida, sin poder hablar…”

La imposición de manos es uno de los dones del cristianismo.

Se supone que el religioso funciona como una especie de antena por donde pasa la energía sanadora y se descarga en la persona a la que se hace la imposición de manos (“…pondrán sus manos sobre los enfermos y éstos sanarán”, dice el evangelio de Marcos).

Ese día, la doble imposición de manos hizo milagros.

“¡Dejé de estar torcida. Dejé de babear. Mi mente comenzó a funcionar. Mis neuronas se acomodaron y yo volví a la vida..!”

Para ella, el mundo se había terminado meses antes en Alem, una tarde cuando Gisy le dijo a su madre que estaba cansada y quería dormir. Y se durmió y no se despertó más. Hasta ahora, que se animaba, dejaba atrás la negrura y volvía a la vida. Ahora, Gisela Schmidt estaba de vuelta.

 “Mamita ¿dónde estamos..?”, fueron sus primeras palabras en su retorno a la vida.

Según los médicos, no había explicación.

Algunos lo llaman intercesión de una fuerza superior. Para Gisy eso tiene el nombre de Dios. Y lo que había ocurrido era un milagro. O varios.

Cuando, Lázaro, el hermano de María y Marta fue llamado de su tumba, todos le avisaban a Jesús. “Señor, hiede. Hace varios días que falleció”. Pero Lázaro, contra todo pronóstico y advertencia, fue llamado de su tumba y volvió.

Cuando los médicos dijeron a los padres de Gisy: “Está muerta. Llévenla”, hubo una fe superior que la impulsó a volver. Y ella, igual que Lázaro, retornó a la vida.

“Volví a Jujuy al año siguiente a entregar el trono que me habían ungido. Para ese entonces ya habían difundido la noticia que había fallecido. La gente enloqueció cuando me vio aparecer en el campo de deportes. Y me dieron el título de la reina del Cariño y la Dulzura”.

Ese título cargado de majestuosidad y afecto quedó para siempre.

No retroceder, ni rendirse jamás

“Empecé una carrera terciaria con 45 años. Y la terminé. Me casé muy enamorada hace 36 años con mi esposo, Waldemar Alfredo Nicolau”, señala.

“La misma noche de recién casados nos prometimos que si teníamos un hijo lo llamaríamos Emanuel. Tuve un embarazo ectópico y sus ovarios “quedaron incapacitados para poder tener un hijo”, indicaron los profesionales.

Sin embargo, “Emanuel llegó cuando yo tenía 35 años”.

Este año, tras 43 años, le siguen haciendo notas para que envíe mensajes y salutaciones a Jujuy.

En ese momento, Gisy se pone seria. “Mire, dice, con mi esposo somos comerciantes pero también somos siervos de Dios. Pastoreamos Centro Cristiano Los Amigos de Dios en Santa Ana para atender a los más pequeños”.

A modo de epílogo

Quien estas notas escribe, aún recuerda el momento conmovedor cuando El Territorio publicaba allá por 1977 una breve noticia que señalaba el dramático momento de Gisy, la reina que luchaba por su vida. En la memoria (que suele jugar malas pasadas) aparecía una pequeña foto de una joven entubada. Quizá no era Gisy. Pero a todos nos impactó por igual la historia de la bella reina que estaba en peligro de vida.

Ella demostró que pudo salir adelante.

Agradezco a mi primo Roberto Ángel “Yiyo” Pernigotti por su intercesión y lograr llevar a feliz término esta historia increíble.

Y esta charla con ella demostró también que la fe es vital para mover montañas y traer a la vida a nuestros seres queridos.
Gracias Gisy, por tu testimonio.

Finalmente, en rigor debo admitir que la primera mención del caso Gisy me vino de Alem.News, un canal de noticias que hizo una interesante nota con la reina. Este es link para poder verla

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2 COMENTARIOS

  1. guisi.tenia halgo que nadie save pero Dios save porque bolvio a la vida ….ella y su marido adoptaron dos chicos del monte y lo criaron como hijos propios.por eso Dios le regalo a Su EmNuel….. Algo deve sig ificar eso no….Dios te bendijo y te siga bendiciendo por siempre te queremos mucho.bendiciones.

  2. Es un proposito divino para mi hna en Cristo jesus .me gustaria conoserle ..soy de puerto vilelas chaco .somos encargados de un anexo evangelico .con mi esposa

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