Hay iniciativas que buscan potenciar la ingesta de la infusión más bebida del mundo. Irma Fraga y su esposo Eugenio Feltan buscan que la gente pueda vivenciar el té en carne propia. Lo mismo viene haciendo La Ruta del Té. Ir a los teales, cultivar su propia hoja o brote, y luego consumir el producto elaborado. Lo mucho que se bebe de yerba mate, el algo del café y el muy poco del té
El cólera hizo desastres en el mundo hasta que se descubrió el vibrión que lo causaba y la forma de evitar esas diarreas espantosas que muchas veces llevaban a la muerte (por deshidratación). Los únicos que no tenían cólera eran los chinos. ¿La razón? Muy sencilla. Ellos para beber hervían el agua para hacerse su té y ahí el vibrión no sobrevivía. El resto tomaba agua sin hervir, y ñácate! Como decía Mafalda.
El té ha acompañado la cultura oriental desde tiempos inmemoriales. Y hace unos cien años, un cura ucraniano (Tijón Hnatiuk) trajo los primeros plantines. Y ahí empezó todo en Misiones. Para los años 30 aparecieron las primeras cosechas.
Y ya en los años 40, las primeras industrias vinculadas a la producción.
En los años 50 del siglo pasado, ya se estaba colocando en el exterior.
La camelia sinensis tenía su público. Primero, ya se dijo, los orientales. Pero los conquistadores ingleses quedaron extasiados con sus sabores, aromas y cultura. Tanto que terminaron instituyendo el Five o’clock tea (el té de las cinco de la tarde) como una costumbre inalterable.
En los años 60, en Misiones el cultivo aún era “a pulso”: hojita por hojita. De a una. Así era.
“Yo lo viví con mi familia y con mis propias manos íbamos a cosechar el té”, certifica Gladys Arenhardt Pretzel de Campo Grande.
Ahora, la tendencia es, pues, volver a las raíces. O más bien, a las hojas. Una por una. Un trabajo exigente, duro, al sol del verano.
Igual como se ve en las imágenes de la India y Pakistán. Entre los teales, a veces, una cobra allá y una yarará acá. Pero el riesgo era bastante similar.
Pero el ingenio misionero no descansa: hasta los 60 –se dijo- la cosecha era manual. Mucho trabajo y a veces el costo de cosecha no se recuperaba ni para pagar a los operarios. ¿Qué hizo el misionero? Desarrolló máquinas cosechadoras. Adaptó los viejos tractores (bueno, en esa época, no eran tan viejos) Fiat tipo viñateros, de color anaranjado. Y con la pujanza y el ingenio que sobraba en los talleres metal-mecánicos de la zona Centro empezaron a aparecer las cosechadoras.
Y así fue.
Misiones le aportó tecnología al té.
Quizá le quitó calidad (la cosecha hoja por hoja asegura un estándar superior en la hoja cortada), pero le dio rindes. Por eso, muchas veces, el té misionero se usa en otros mercados para “rebajar” la calidad (y el precio, los británicos tienen fama de cuidar en extremo sus libras esterlinas, peniques y chelines) de los tés traídos desde oriente.
Una anécdota. Hace unos años, pasaron por Misiones varios empresarios africanos (se cultiva en Kenia, Malawi, Zimbabue, Tanzania, Uganda) y se volvieron locos al ver las máquinas inventadas por los misioneros.
¡Querían ver cómo se podía copiar eso y llevarlo a sus países!
Naturalmente, los empresarios locales dijeron: “Bueno, sí. Pero primero ‘poniendo estaba la gansa’”.
Nota agregada: la familia Lory ha llegado a exportar a Kenia y Ecuador este tipo de máquinas adaptadas.
Mayor variedad, mayor consumo
Con el fin de aumentar el consumo de té en la provincia Irma Fraga, oriunda de Campo Viera inició en 2015 su emprendimiento de producción de té. “Doña Irma té artesanal” busca implementar el té gourmet de calidad seleccionando hebras, libres de productos químicos.
Es un dato no menor: el argentino consume 6 kilos y medio de yerba mate al año, unos 950 gramos de café (casi un kilo) y ¡sólo 170 gramos de té! Esto último equivale a unos 85 saquitos de 2 gramos cada uno.
Té negro de hebras finas y gruesas, té blanco, té verde wok y vapor, té kukicha, son algunas de las propuestas que presenta el local que lleva adelante Irma Fraga junto a su esposo, Eugenio Feltan.
Además de su Casa de Té y el Té Bar, “Doña Irma” brida el servicio de paseos guiados, donde el visitante puede conocer la producción de té, el proceso de elaboración y hasta incluso elaborar su propio té.
«Ahora se consume un poco más de té en Misiones y se debe a que se está abriendo un poco más el abanico, hay mayor variedad», expresó Irma Fraga a Lt17 Radio de la Provincia.
De esta forma, recordó las virtudes que nutritivamente aporta la infusión. «Todos los tés tienen propiedades para el cuerpo humano, aportan antioxidantes, polifenoles, son elementos que dan energía al cuerpo y cuidan la salud».
Té: planta noble
Asimismo, en relación a la labor diaria en las plantaciones Irma comentó: «Es importante hacer conocer nuestras plantaciones, producciones artesanales, gourmet que se cosechan manualmente» dijo y agregó: «hacemos un proceso muy artesanal que cambia los sabores y a la gente le va enganchando».
En tanto, la dueña de “Doña Irma” contó como inició con el proyecto: «No había un té gourmet de especialidades para consumir. Mi esposo siempre fue productor de té para consumo propio y siempre tuvimos la plantación, ya que las plantas nos quedaron de herencia de los padres de Eugenio “Tito” Feltan y estas cuentan con unos 80 años de raíz. Como es una planta tan noble sigue floreciendo por más que se la pode». En este sentido Irma destacó: «la planta puede ser milenaria y sigue dando sus producciones. Con una misma planta estamos elaborando las distintas variedades de té que tenemos».
En relación a las diferencias que se generan a partir de una misma planta explicó cómo es el proceso. «Nosotros cosechamos en primavera, seleccionamos los brotes más tiernos. Seleccionando los brotes de las plantas para hacer los mejores tés. Podemos hacer té negro, verde, blanco. Este último es uno de los té más delicados que hay».
Misiones: pionera del té
A nivel país, Misiones concentra el 95% del cultivo de Camelia sinensis y con esta planta elabora diferentes variedades de té (negro, verde y rojo) que son comercializados a granel, en saquitos y en hebras. En Argentina, existen 39.800 hectáreas de té, de las cuales casi 38.000 se encuentran en la provincia de Misiones y cerca de 1.800 en la provincia de Corrientes. Misiones logró ser pionera con una característica singular: la mecanización de todo el proceso, con lo cual se potencia otra industria, la de la metal mecánica.
La producción en Misiones
En Misiones, existen actualmente más de 5.000 productores de té, 5 Cooperativas y 60 PyMES tealeras que cuentan con plantas elaboradoras. Este desarrollo tiene su epicentro en las localidades de Oberá y Campo Viera que es la Capital Nacional del Té. Pero su producción se extiende por casi todos los municipios de la zona centro de la provincia (25 de Mayo, Cainguás, Guaraní, San Pedro, Leandro N. Alem y San Javier). El sector primario de este producto plantea también algunos desafíos entre los cuales se encuentran la búsqueda de mejores precios, el agregado de valor y la integración de la cadena productiva como objetivos fundamentales.
Exportación y mercados
Actualmente, el 90% de la producción de té argentino está destinado al mercado externo y su volumen representa casi el 2% del consumo mundial.
El principal destino es Estados Unidos, que compra el 70% de la producción y lo utiliza en su tradicional bebida: Iced Tea (té helado). En este caso, se desarrolló una industria alimenticia: ellos adquieren el té argentino y lo usan de insumo para elaborar el té helado: una bebida con azúcares y agregados de sabor (naranja, en especial) que se vende así en latas igual que las gaseosas y las cervezas.
Otros destinos importantes son Chile, Polonia, Rusia, Alemania; seguidos por Reino Unido, India, Malasia y otros 30 países. Este escenario representa un gran desafío para los productores e industriales misioneros. No se trata solamente de sostener estos mercados en un mundo cada vez más competitivo, sino también de encontrar nueva demanda. En ese camino, el Consorcio de Exportación de Té realizó una misión comercial a principio de este año al país que más importa este producto: Pakistán.
Publicada en PM en mayo de 2022
