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jueves, abril 25, 2024

La vida estudiantil lejos de casa: de las pensiones a las residencias

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En otras épocas, la pensión significaba casa y comida. Hoy en día, el concepto está más centrado en dar cobijo al que va a otra ciudad a estudiar. El que se va del pueblo deberá aprender a convivir pero tendrá el comedor universitario y el pasaje estudiantil gratuito como formas de sobrellevar esa etapa de vida

Sí, fueron otras épocas. A mediados del siglo XX era una forma de rebusque para las familias porque se incrementaba el ingreso hogareño y por otra parte, para muchas personas también significaba la posibilidad de acceder a un techo y comida a precios accesibles. El mecanismo se llamaba “pensión”.

Hoy, la palabra tiene otras connotaciones porque remite a un tipo de haber de personas en edad de retiro que han tenido cónyuge con jubilación. Y a la fallecer el titular del beneficio, se pasaban los ingresos al miembro sobreviviente como una pensión.

La pensión, modelo siglo XX, con la dueña que manejaba todo como director de orquesta

Pero, vale reiterar, en otras épocas, la pensión era el lugar donde por un precio bastante módico, personas, trabajadores, viajantes, estudiantes podían vivir en un ambiente único (donde se destacaban las famosas casas-chorizo) y donde una “respetable dueña de casa” administraba con mano firme toda la vida interna: era la persona que organizaba las comidas, presidía el almuerzo y la cena, cobraba los alquileres y guiaba a los pensionistas por el buen comportamiento y la convivencia. No era fácil, qué decir.
La mamá de Evita Perón tuvo su pensión allá por los años 30 y 40 en Junín. Así dos hermanas de Evita (Elisa y Blanca) conocieron a sus sendos futuros maridos en la pensión familiar.

Pero quizá el documento textual y fílmico más elocuente es Rosaura a las diez, la exitosísima novela de Marco Denevi. Las desventuras de Camilo Canegato y su Rosaura se daban en el marco de una pensión manejada con mano firme por La Madrileña (tal el nombre del lugar)

Pero las cosas han cambiado con el nuevo siglo

Las pensiones pasaron a ser residencias estudiantiles para jóvenes que vienen del interior a las grandes ciudades. Y, claro, también hay casas individuales que los municipios del interior alquilan para que los que son de su pueblo y quieren estudiar en la capital puedan tener un techo donde cobijarse.

Pero además, los institutos terciarios y universidades se han trasladado a las ciudades del interior.

Aun así, el fenómeno de ir a estudiar a una ciudad grande sigue vigente. Muchos padres y muchos estudiantes consideran una buena experiencia irse por un tiempo de sus casas y experimentar la vida lejos de casa.

Este fenómeno queda plasmado en el notable tema “Estudiante del interior” de Mario Boffil

Las pensiones de estudiantes ya son cosa del pasado (casi) en su totalidad. Pero hoy están los albergues y las residencias.

“Soy de Comandante Andresito, vine a los albergues a principios del año 2018, cuando iniciaba mi vida universitaria. Estudio Comunicación Social en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la UNaM”. La que así se expresa es Daniela Paniagua.

Daniela Paniagua vino de Andresito en 2018 y vive en una residencia

Y refiere a cómo las condiciones habitacionales tienen sus ventajas. “El albergue es para estudiantes de la UNaM; cualquiera puede solicitarlo y es gratuito (más allá de los costos particulares de cada casa como agua, luz, gas, etcétera)”.

Y claro: “Venís de lejos, de un pueblo como Andresito. No conocés a ndie. Estás solo en una gran ciudad (si comparamos Posadas con Andresito) y te encontrás con personas que pueden llegar a ser tus mejores aliados. Cuando vine por primera vez en 2018, me dijeron: ‘no te preocupes; aquí estamos. Te enseño cómo es con los colectivos, acá tenés la facultad. Te enseño cómo es hacer los papeles. Y cuando llegan los nuevos, es uno el que guía al novato”.

Y así “no te deprimís y todos se vuelve (casi) como una familia. Supongo que no es en todos los casos pero esa fue nuestra impronta y lo logramos”, dice Daniela.

En el Campus.

En el barrio Campus, hay 56 casas. Seis más nuevas que se inauguraron en 2019. Son viviendas tipo familiar. Cada casa es distinta. “Las administradas por municipio, envían a diez-doce chicos y eso es mucho. En dos piezas hay dos cuchetas cuatro camas por pieza. Y en una tercera hay una cucheta y una cama. En total, somos once personas en una casa familiar. Compartimos un solo baño, una sola cocina. Y un solo espacio común”, añadió Daniela Paniagua.

Eldorado se maneja diferente. Y según Daniela Paniagua, muy bien.

El subsecretario de la Juventud  dependiente del Ministerio de Desarrollo Social, la Mujer y la Juventud de Misiones, Pablo Núñez,  explicó el beneficio de contar con el Programa para permitir a los jóvenes estudiar lejos de su casa. “Las residencias estudiantiles son cinco. Tres funcionan en Posadas, una en Oberá y otra en Corrientes capital”. Luego especifica: “En Posadas, hay una residencia solo para chicas. El resto son mixtas. Una funciona en Miguel Lanús con alrededor de 60 estudiantes y en Villa Sarita son  40 chicas”.

Está claro. Por un lado, las residencias. Por otro, las casas tipo familiares donde se suman chicos que buscan estudiar. Cuando hace calorcito… al patio. Hay mesas y buen espacio al aire libre para poder estudiar con tranquilidad. La convivencia, se sabe, nunca fue sencilla.

“En nuestra casa, somos nueve chicos de Andresito. Nos dividimos los gatos para limpieza, el gas, para internet (ya que nos bajamos el servicio). Y luego cada uno tiene sus cosas y se compra lo que puede”, añade Daniela Paniagua que tuvo que pasar toda la pandemia y su estudio con el Zoom y clases virtuales como todos.

Claro, al momento de estudiar, cada quien debe buscar su espacio. “No porque los demás te quieran molestar sino porque somos muchos. En ese sentido, creo que es un problema de administración no sólo municipal sino de la Universidad. Y es un trasfondo más complejo. Y por ahí, la situación edilicia es precaria”.

Los jóvenes de Andresito se movieron con prestancia en la última campaña electoral antes de la pandemia. “Necesitábamos un termotanque para el invierno. Fue en 2019. Pedimos a los candidatos. Y conseguimos además una cocina nueva. Y teníamos una heladerita que una comisión de padres en Andresito había comprado. Y hay ventiladores y una licuadora”.

Sobre el impacto que implica acceder a la residencia hay una actitud de reconocer lo recibido. “Los chicos agradecen este beneficio porque si no, no hubieran podido estudiar”, señaló Pablo Núñez, el subsecretario de la Juventud.  La posibilidad de contar con un hogar hace que jóvenes de la provincia puedan formarse y sentirse acompañados por otros estudiantes que se encuentran en igualdad de condiciones. Pero, se sabe, la convivencia no es sencilla. Todos tienen que resignar algunas cosas en pro de un objetivo mayor que es recibirse.

Lo sencillo y elemental. Lugares para guardar y las mesas para estudiar.

¿Cómo es la distribución de tareas en el día a día?

Daniela explica. “Con respecto a los días de limpieza, tenemos un sistema de cada uno, con su día. Lo hacemos de a dos. A mí, me toca los sábados. Y está en la responsabilidad de cada uno, cumplir (o no). Por ahí, en las otras casas –por lo que sé- tienen problemas. Porque algunos chicos no están acostumbrados. Y cada uno viene con culturas diferentes. En nuestro caso, somos todos de Andresito; nos conocemos todos y se respeta bastante. Así que no hay conflictos dentro de la casa”.

La convivencia se aprende. “Si ves que el otro está cocinando, esperás o te ponés a cocinar antes. Y el baño es una cosa más complicada. El nuestro es mixto: las chicas tardan más para bañarse. Algunas, hasta una hora. Y se complica. Lo que decimos es “hay que sacar turno’”.

Nuevos espacios para universitarios

El 4 de marzo de 2022 se hizo la apertura de la Residencia Estudiantil Universitaria “Villa Sarita”. Es la tercera que se  habilita en la ciudad de Posadas. Ariel Ruíz es el Jefe del Departamento del Programa Residencias Estudiantiles. “Los lugares de residencia se distribuyen teniendo en cuenta la cercanías de la unidad académica. En el caso específico de la residencia recientemente inaugurada en villa Sarita, se trata de una residencia solamente para chicas que estudian en instituciones que se ubican en el centro”

El programa es reconocido a nivel provincial y ha permitido a lo largo de los años que estudiantes misiones puedan acceder a la formación que les permita acceder a una profesión. “La demanda por un lugar en las residencias iba aumentando un 20% cada año. Este año la demanda aumentó a 45 por ciento”, indicó Ruiz.

Sobre las residencias y rendimientos

Actualmente, el programa de Residencia Estudiantil cuenta con 300 beneficiarios con cinco albergues universitarios en funcionamiento. De los cuales, tres se encuentran en la ciudad de Posadas, uno en Oberá y otro en Corrientes Capital.

Para 2022, estaba previsto el ingreso de 85 nuevos becados, para hacer uso del beneficio de la residencia estudiantil.  Desde la Subsecretaria de la Juventud informaron que las solicitudes han incrementado de manera exponencial, con una cobertura territorial que llega a 55 municipios; dando prioridad a los que no poseen albergues municipales y a aquellos que aún no fueron beneficiados con dicha beca.

En el caso de Daniela Paniagua, el chico se tiene que hacer merecedor del lugar que está usufructuando. “Acá es con rendimiento académico. Hay que aprobar mínimamente dos materias por año. Luego va en aumento. Se supone porque a veces no se cumple. Hemos conocido chicos que estaban muchos años sin meter una materia.  Por ahí, sí, antes había conflictos”.

El efecto de la pandemia

Ruíz relata cómo se vivió la pandemia en las residencias y cuáles fueron las medidas que debieron tomarse para proteger a los alumnos. Dada la situación especial que atravesábamos como sociedad siempre se les recordó “que no perdían su lugar en el albergue”. Fueron años de incertidumbre social y de desafíos pues había que adaptarse a la nueva realidad.

Y además, hay estudiantes que no tienen dinero para abonar lo que deben para un mes determinado. Y Daniela Paniagua aclara. “Se puede ser empático, cubrir al que no tiene. Y luego cuando tenga, repone. A veces, se dan abusos. Ahora, por ejemplo, nos organizamos. Este año vinieron seis chicas nuevas y un chico. Algunos se habían ido con la pandemia, que sirvió para decantar a algunos estudiantes crónicos”.

En la actualidad, los estudiantes de la Unam tienen boletos y comedor gratuitos

 “Debido a la pandemia el número de egresados disminuyó porque los estudiantes debieron volver a sus casas y no siempre se contaba con buena conectividad. Por la pandemia no pudieron realizar sus pasantías, redactar sus tesis e incluso tomar sus clases virtuales”. Sin embargo se realizaron esfuerzos para continuar adaptándose a las normas sanitarias. “Cuando se volvió a la presencialidad, se volvió al albergue mientras se respetaban los protocolos de seguridad”.

Como en todo hogar, se cuenta con  normas de convivencia. “Nosotros tenemos un reglamento formal para todos los albergues. En nuestra gestión notamos que era necesario actualizarlo, se hizo una propuesta de modificación y en el 2017 se lo modificó”, indicó Ruíz.

Gracias a ello, se contemplan ciertas excepciones relacionadas con la edad. Finalmente explica cómo funciona el hospedaje que se encuentra en la provincia vecina. “En el albergue que se ubica en Corrientes capital, se priorizan carreras que no pueden estudiarse en Misiones.”

Y Daniela Paniagua da ejemplos concretos: “La convivencia de por sí es complicada, sin embargo, como todo, tiene sus pro y contras. Se aprende a convivir y eso hace que uno se vuelva mejor persona, en muchos aspectos. Digo esto porque somos todos diferentes, con valores y costumbres distintas, entonces se produce muchas veces un choque cultural. Lidiar con ese choque, entender, tolerar y al otro como es, te hace ser más empático y  más tolerante”

Se aprende a compartir, remató.

Estudiar al aire libre. En el campus, el lugar es privilegiado y los chicos aprovechan

Ampliar los beneficios

Ariel Ruíz señala que el Programa se modificó. “Antes eran solo carreras públicas. Hoy en día, se accede a carreras semi-públicas”  A modo de ejemplo cuenta el caso de un estudiante del Profesorado en Educación Física. Asimismo recuerda que el trabajo en conjunto con los municipios es primordial. “Al principio solo había 26 municipios con los que trabajábamos en forma conjunta. Ahora son 62 municipios”.

Cuando los alumnos egresan se realiza un acto formal y se le otorga un certificado. El acompañamiento continúa presente. “Se trabaja con los municipios para que se les dé una mano, para establecer contactos y que puedan abrirse paso en el mundo laboral”

Cómo se accede al beneficio

Pablo Núñez explica el modus operandi. “Por lo general se trabaja con los municipios. El alumno solicita el otorgamiento de la beca de albergues y después se realiza una evaluación socioeconómica para beneficiar a quienes realmente lo necesitan. Luego se le pedirá el título secundario, el analítico y el DNI”.

Quienes quieran conocer cuáles son los requisitos para participar del programa pueden acceder a

www.desarrollosocial.misiones.gob.ar/residencias-estudiantiles/

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2 COMENTARIOS

  1. Sinceramente este tipo de acciones del Gobierno Provincial, desde la Subsecretaria de la Juventud y el departamento de Residencia dejan en claro el compromiso y esfuerzo que hacen en pos del bienestar y formación de nuestros Jóvenes, son el presente y futuro, gracias a los Albergues Miles de chicos y chicas pueden cursar sus estudios universitarios o superior, que en mi época de estudiante no existía y quién sabe cuántos Miles de personas talentosas quedaron excluidos del sistema por no tener está oportunidad, a esto sumamos el boleto gratuito, las becas, el comedor universitario..
    Brindo por estos logros y agradezco en nombre de los estudiantes de Pt Leoni, al Gobierno Provincial, al Frente Renovar y sus dirigentes, a el Subsecr de la Juventud, Pablo Nuñez y Director de Albergues, Ariel Ruiz por velar por el futuro de nuestros Jóvenes y siempre estar presentes cuando se los necesita..

  2. Realmente es un programa que vale mucho sostener y apostar que la política pública llegue a todos los jóvenes del interior que en muchas ocasiones no tienen la oportunidad de seguir estudiando. Con éste programa los jóvenes del interior acceden a este gran beneficio, desde que estoy al frente de la Dirección de Juventud de municipio, recibí excelente respuesta por parte de la subsecretaría de juventud y la Dirección de residencia estudiantil de la Provincia. Saber que existe este programa es pensar en un gran futuro para nuestra juventud.

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