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jueves, abril 25, 2024

Medio siglo sin Tango pero con rock

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La historia de La balsa, el naufragio que salvó al rock nacional fue una nota donde se recordaron los inicios de José Iglesias, alias Tanguito. En 2022 se cumplieron 50 años de la muerte de Tanguito. Pero también de un género musical único que dio Argentina y que marcó a un continente. Nadie cantaba canciones propias en castellano a mediados de los años 60. Esa música ‘modernosa’ se llamaba ‘beat’. Y era una tribu más en las ciudades, porque eso sí, el rock nacional fue primero urbano

Es 1967, en la Argentina gobiernan los militares. Desde el mundo llegan nuevas ondas de paz y amor. Son los hippies que en Estados Unidos no quieren ir a la guerra de Vietnam; sólo desean el amor libre y fumar hierba.

En las calles porteñas aparecen unas figuras nuevas que llaman la atención de transeúntes “bien vestidos”, que son como el papá de Mafalda: serios, de traje y corbata.

La moda cruza el continente y aterriza en la Argentina.

Pero acá tendrá sus características propias. Eso sí. El pelo largo pasa a ser una bandera identificatoria.

Y es, también, el “criterio de búsqueda” de los policías cuando salen a buscar población para alimentar las prisiones. Hayan cometido o no algún delito, van a parar tras las rejas.

Hay un joven que empezó cantando temas de rock and roll y mueve la cintura al estilo Elvis. Se llama Roberto Sánchez y pronto reencaminará su ruta hacia senderos más tranquilos y románticos. Sandro dejará el rock y pasará a ser uno de los líderes de la balada romántica latinoamericana. Antes que Maná, antes de Luis Miguel, antes que Julio Iglesias y Roberto Carlos…antes que tantos…

Hasta que en las radios empieza a escucharse un tema que está pegando…

¡Es una canción de los hippies pelilargos! ¿A ver qué dice?

Estoy muy solo y triste, acá, en este mundo abandonado
Tengo la idea la de irme al lugar que yo más quiera
Me falta algo para ir, pues caminando yo no puedo
Construiré una balsa y me iré a naufragar

Tengo que conseguir mucha madera
Tengo que conseguir de donde pueda

Y cuando mi balsa esté lista, partiré hacia la locura
Con mi balsa, yo me iré a naufragar

Y cuando mi balsa esté lista, partiré hacia la locura
Con mi balsa yo me iré a naufragar
Con mi balsa yo me iré a naufragar
Con mi balsa yo me iré a naufragar
A naufragar, a naufragar

En esta versión de Encuentro, las imágenes corresponden a momentos icónicos de los años 60 con la canción de Los Gatos

Pero está la versión del propio Tanguito

Está hecha en estudio con Jorge Álvarez de impulsor. Pero dicen que ya no era él. Que las ‘picaduras’ de droga lo habían dañado mal.

Igualmente, esta es esa versión.

Desde el canal Encuentro, este videoclip muestra como era la época de La Balsa Los que cantan son unos rosarinos encabezados por un tal Felix “Litto” Nebbia. Él no es el único autor del tema que dará inicio formal al rock argentino. No.

El otro se llama José Iglesias, alias, “Tanguito”.

Tanguito fue erigido como la personificación del espíritu libre, combativo, rebelde, talentoso e indoblegable que guio los inicios de la cultura rock local.

¿Fue Tanguito un genio o hubiera sido incapaz de escribir una canción sin ayuda? ¿Era un rebelde o simplemente tenía conductas temerarias por el consumo de drogas? ¿Fue un perseguido? ¿Fue una víctima por no haberse doblegado ante el sistema?

“Esas preguntas son las preguntas. Yo sinceramente creo que no tienen respuesta. Lo que sí me parece, en el marco de que todo es una gran figura, que hay lugar para esta idea que yo digo que los `60 en la Argentina se terminaron en mayo de 1972, cuando el tren lo mató a Tanguito. Esos años `60 de los colores, la minifalda, la píldora anticonceptiva y Bob Dylan terminaron ese día en la Argentina“, aventuró a Télam el periodista Víctor Pintos, autor de “Tanguito, la verdadera historia”, la más completa investigación sobre la vida del mítico artista.

Queda claro lo primero: Tanguito y Litto Nebbia crearon La balsa en 1967.

A comienzos de los años 90, el periodista Victor Pintos publicó su libro Tanguito, la verdadera historia (Ed. Planeta). Un recopilado coral con decenas de voces de todos los que vivieron ese inicio del rock argento, lanzó luz sobre el tema de la composición.

El libro de Pintos es esclarecedor

Y la explicación resulta tan sencilla como esclarecedora.

El grupo de “hippies” se reunían en plazas y bares. Deambulaban de un lugar a otro toda la noche. Se denominaban a sí mismos como “náufragos”. Y de eso se trataba: de crear en la noche porteña.

Y de sentirse libres y experimentar sustancias.

Tanguito era un chico marginal que tocaba la guitarra. No había estudiado música, tenía una voz más que aceptable y sus temas solían no tener una estructura clásica de canción: Entrada-puente-estribillo-coros-final.

En cambio, Nebbia era un músico, que había estudiado, que leía partituras y que conocía mucho. Cuando Tanguito se encerraba en el baño de La Perla (ver informe a continuación), el lugar funcionaba como un retorno por su acústica y los músicos podían oírse

Pero Tanguito no tenía mucho: Apenas una o dos notas y cantaba: “Estoy muy solo y triste, acá en este mundo de m…”

Según la investigación de Pintos, Nebbia le vio potencialidad a la canción y le fue agregando partes. Primero eliminó la expresión “de m….” y la transformó en “abandonado”.

Luego de esa introducción, el puente se le ocurrió por su inmenso amor a la bossa nova, el sonido brasileño que se imponía por eso años.

“Tengo que conseguir mucha madera…” es bossa nova y es Lito Nebbia 100 por ciento.

Integrantes de Los Gatos, en una foto pintada

Así, de a poco fue gestándose el éxito.

Uno de los confidentes de Tanguito que solía compartir momentos con él recuerda el motivo de la inspiración.

Según Pajarito Zaguri, uno de los fundadores del rock nacional, la cosa fue así. “Una mañana estábamos en su casa de Caseros, y en la radio pasaban el bolero La barca por José Feliciano. Estábamos comiendo algo y hablnado de no sé qué y de repente Tango dijo algo como: “Lindo, eh”. Se había pegado con la canción”.

El bolero La barca es de 1957 del mexicano Roberto Cantoral y en su tercera estrofa dice: “Hoy mi playa se viste de amargura / porque tu barca tiene que partir / a cruzar otros mares de locura / cuida que no naufrague en tu vivir”.

¡Ahí estaba!

El tema llegó a través del sello RCA Victor y fue una pegada. Tuvo miles y miles de discos vendidos.

A continuación, el informe sobre la vida de Tanguito y el inicio de Rock en la Argentina. Publicado originalmente en canal 12, posee testimonios muy valiosos.

Luego de ese éxito, Tanguito fue separándose de su grupo de “náufragos”. Sólo se acercó a los que consumían algún tipo de sustancias adictivas: marihuana casi no se conocía, la cocaína no había llegado (al rock, al menos) y se usaban muchos sicotrópicos adquiridos en farmacias. No pudo escapar de esa vorágine, fue detenido varias veces y luego internado en hospitales públicos. Escapado de uno de ellos, en muy mal estado, cae sobre unas vías de tren y es arrollado por una locomotora.

Veinte años después, Aida Bortnik y Marcelo Piñeyro recrean su vida y el inicio del rock nacional en la película Tango Feroz (es versión libre, porque los familiares no permitieron que se tocara La Balsa) y fue lo más visto de 1993. Tanguito, al final, había triunfado por segunda vez.

Litto Nebbia nunca dejó el rock nacional pero amplió su espectro a todos los sonidos locales y continentales. Creó su editora musical Melopea y nunca dejó de componer, crear, actuar ni cantar. Y apoya aún en la actualidad a muchísimos artistas

El Flaco Spinetta dejó Almendra. Se fue a Europa. Escuchó a Eric Clapton y volvió enloquecido con el rock bien polenta. Ahí sacó un disco con amigos, y luego creó Pescado Rabioso, una de las mejores bandas de la historia. Luego hizo otro tanto con Invisible. Luego se dedicó al jazz rock.

Moris dejó la Argentina y se fue a España. Se desconoce si Pato sigue trabajando en la carnicería.

Pappo se juntó con Nebbia en el final de Los Gatos. Luego tuvo sus propias bandas: y fueron varias siempre con rock pesado lo mismo que Billy Bond.

En los 70, irrumpió el folk rock. Charly García con Sui Generis. También estaban los dúos Vivencia y Pastoral.

Manal con los blues

Charly complejizó su música con la llegada del sintetizador y el rock progresivo.

Luego de Sui Generis pasó a García y la máquina de hacer pájaros hasta llegar a Seru Giran, probablemente la mejor banda de la historia del rock.

Santaolalla dejó Arco Iris (un serio intento de combinar sonidos folklóricos y rock) y se mudó  a California. Le fue muy bien. Terminó triunfando en Hollywood donde ganó dos veces el Oscar a la mejor música de película. Suele volver.

Y la historia siguió.

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