Mario Gabriel “Marito” Alcaraz se tomó una pausa en su actividad oficial como vicepresidente del Instituto Provincial de Lotería y Casinos (Iplyc) y se dio una vuelta para conocer un albergue muy especial: el Hogar Madre Teresa de Calcuta en Posadas
Dejó de frecuentar los ambientes municipales de discusión y lograr consensos en ámbitos del Concejo Deliberante. Pasó a ser el vicepresidente del Instituto Provincial de Lotería y Casinos (Iplyc) y –desde allí- debido al conocimiento que hay de su persona pública, Mario Gabriel “Marito” Alcaraz sigue estando en la vidriera pública. Es casi la imagen del Iplyc Social porque su extensa trayectoria como DJ y animador de radio y TV lo ponen siempre en donde enfocan las luces.
Sin embargo, estos días, se tomó un respiro. Acompañado por su eficiente secretaria Cyntia Ayala y Santiago Solís de camarógrafo y fotógrafo se dio una vuelta por un lugar emblemático y solidario de Posadas.
Sí, Marito visitó el cobijo de los pobres, el albergue cordial (cordial viene de corazón) que hay en el Hogar Madre Teresa de Calcuta. Ahí mismo, a media cuadra de la vieja entrada del Hospital por (la avenida) López Torres.
Son cuatro plantas de un edificio que costó un montón ponerlo en pie y con muchas peripecias.
¿El amable lector tiene tiempo? Se puede dar una vuelta por estas historias increíbles de fe y lucha en épocas actuales. Sí, no sólo hubo santos en otras épocas. Pase y vea. Decida usted.
En ese lugar que empezó como un par de humildes construcciones de madera funciona desde mediados de los años 80 el Hogar.
Y siempre hay una persona que ha estado presente: Aída Beyer de Carlés. Hoy es la tesorera del HMTC pero en realidad es –como dicen los brasileños- la faz-tudo. Beyer de Carlés es el alma del Hogar.
Ella es la que ha insistido en la importancia de la visita de Alcaraz al lugar.
Y ahí están los visitantes.
Son recibidos por la directora Mariana Basconcel.
Y rápidamente se trasladan a su oficina, donde ella ha desplegado una pizarra con inscripciones que van mostrando los diversos procesos e instancias administrativas y de gestión que se llevan a cabo.
Marito y Cyntia escucharon en silencio la explicación y, cada tanto, metían algún bocadito, alguna pregunta alguna precisión.
El Hogar tiene diez agentes de guardia que se alternan en tres turnos diarios y se constituyen en personal del Parque de la Salud a los efectos administrativos.
En la institución, además de Basconcel hay un personal más administrativo. Y claro, hay servicios contratados como el de seguridad, monitoreo, de limpieza diaria (vital e importantísima) de mantenimiento.
“Hay personas que mes a mes aportan para que este funcionamiento siga –explicó Beyer de Carlés- pero hay también benefactores tanto del lado oficial como privados que nos ayudan constantemente”.
Y Basconcel acotó: “El propio Iplyc nos proveyó todos los elementos de ortopedia. Y resultaron de extrema utilidad. Uno pensaba que una silla de ruedas es sólo para personas con problemas óseos… y, no. Resulta que para un montón de enfermos en tratamiento oncológico constituyen un elemento vital (porque muchas veces están muy débiles para movilizarse por sus propios medios) para el traslado dentro de nuestras instalaciones, por ejemplo”.
Y sí, el propio Marito dejó sus comentarios.
“Me pareció fantástico el trabajo, el compromiso, la responsabilidad, el orden que exhiben”, indicó luego de la visita.
“Hay que destacar todo: desde lo muy bien explicado por Mariana la directora hasta enorgullecerse el trabajo que realiza cada uno de los integrantes del Hogar”, acotó Alcaraz.
En la exposición, Basconcel explicitó la forma en que el Hogar recibe a sus albergados: tiene que ser gente del interior de Misiones, sin obra social y sin posibilidad de que tener un cobijo. Esto es más dramático en las épocas invernales y días lluviosos. Ahí, tener un lugar para darse una buena ducha, una cama limpia, un lugar para matear y comer algunos biscochos siempre viene bien. Y por supuesto, la compañía de otros albergados y al apoyo continuo del personal y agentes de guardia.
“Todo es excelente. Es realmente, muy humano con el compromiso y la calidad y muy noble de destacar”, indicó Marito. “Por eso lo tenía agendado para cumplir dentro de lo que eran mis obligaciones, venir acá”.
En el mismo momento que Marito hablaba, personal del Iplyc acercaba elementos solicitados al Hogar.
“La vez anterior ya nos habían acercado estos elementos”, enumeró Basconcel:
1. Lavandina común marca” Sedile”. Total: 60 litros.
2. Quitamanchas polvo ” Ayudín” ropa blanca x 450 gr: 72 unidades.
3. Suavizante clásico protec “Vïvere” x 900 ml.: 60 unidades.
4. Jabón líquido matic ” ala”: x 800 ml.: 48 unidades.
5. Toallas de mano ” Felpita” x 2000 unidades: 10 paquetes.
6. Tela polar color ” azul eléctrico”: 9 metros.
“Estoy en el interior ahora –acotó Marito- pero dijo: sé que acercaron algunas cosas más como barbijos, cajas de mate cocido, de té, y yerba mate en paquete”.
Basconcel enumeró además qué se está solicitando a una figura pública como Alcaraz: contactos con el Ministerio de Desarrollo Social por el tema de los módulos alimenticios (cuando un albergado viaja o es llevado a su casa los fines de semana, el Hogar le entrega una especie de caja con alimentos para que cuando llegue a su casa lo haga con comida).
También se sigue solicitando una reunión con las autoridades del Iplyc y se recordó una serie de pedidos realizados al organismo en mayo pasado.
“Me parece fantástico el trabajo. Y acá estamos para ver cómo más se puede colaborar”, redondeó Marito
La propia Cyntia Ayala fue muy expresiva, tras la visita en su resumen: “Interesantísima. No tenía idea de todo el funcionamiento. Todo el sistema es como un mecanismo de relojería: clarísimo, ordenado, moderno. ¡Y qué parla (tiene) Mariana! Para explicar todo. Me encantó”.
Quizá para el final, las reflexiones de Aída Beyer de Carlés.
“El Hogar ha tenido sus altas y bajas. Épocas buenas y de las otras. Tiempos en que estuvimos cerrados y otros en construcción. Pero siempre la fe nos acompañó y nos dio consolación. Cada vez que parece que se cierran los caminos, cerramos nuestros ojos, elevamos una oración y al poco tiempo vemos como el cielo empieza a despejarse. Sabemos que la Madre Teresa es una santa que nos acompaña y no cejamos en nuestra fe por San José Obrero el patrono de Posadas. Con ellos al lado, nada tememos”.
